Pablo Casado ya lo dijo en su discurso como nuevo presidente del PP: "Tenemos que afrontar un tiempo nuevo, con nuevos proyectos, pero siempre siendo fieles a nuestros principios". El nuevo líder nacional de la formación quiere que su partido refuerce los ideales en los que se ha sostenido durante las décadas, aquellos que les hicieron llegar a La Moncloa. Es por ello que, previsiblemente en octubre, tendrá lugar un Congreso Extraordinario para debatir ideas, principios y programas que nutran al partido y que abran el debate ideológico del PP.
A pesar de que los populares comparten la base de sus ideas, como la unidad de España, la libertad de sus ciudadanos y la creación de empleo, el debate de la familia y la disquisición de la vida todavía siguen siendo un punto conflictivo y de enfrentamiento entre los miembros de la formación. Además, las heridas todavía no están cerradas entre ese 42,7% de los compromisarios que votaron a Soraya Sáenz de Santamaría para que dirijiera el PP. Por ello, Pablo Casado buscaría un consenso entre los dos grandes bandos que, seguramente, todavía siguen candentes en el seno de Génova 13. Esa era la intención del nuevo presidente: la integración de todos los sectores del partido.
No obstante, el congreso no promete ser fácil. La última vez que se debatió ideológicamente en el seno del partido, en febrero de 2017, varios temas polémicos se cerraron sin una solución firme, como la gestación subrogada.