La pasada semana, las imágenes de Manolo Santana en su primer acto público tras la muerte de su ex mujer Mila Ximénez dispararon todas las alarmas sobre el estado de salud del tenista, de 83 años. El ganador de cuatro torneos del Grand Slam y una de las figuras deportivas más destacadas de España en el siglo XX reapareció en la presentación del Mutua Madrid Open tres meses después del fallecimiento de la que fuera colaboradora de 'Sálvame'. Su aspecto dejó impactados a los presentes. Visiblemente demacrado, con mucha dificultad para caminar y totalmente encorvado, llegó agarrado del brazo de su actual esposa, Claudia Inés Rodríguez.
Durante todo el evento, Santana permaneció sentado, siempre oculto tras una mascarilla y unas gafas de sol. Manolo dirigió el torneo madrileño en su primera etapa, y actualmente ocupa el cargo de Presidente de Honor del Open. "Todavía recuerdo como un niño cuando Manolo Santana, el hombre que le da nombre a esta pista, me dio una invitación para jugar el Masters de Madrid. Desde entonces, mi relación con el torneo es idílica", dijo sobre la leyenda del tenis Feliciano López, actual director de la competición.
Prácticamente retirado de la vida social, a raíz de la enfermedad y muerte de Mila Ximénez corrieron ríos de tinta sobre el paradero y el precario estado de salud de Santana, más aún cuando el ex marido de la tertuliana no hizo acto de presencia en el funeral de la madre de su hija Alba. Pero el tenista no dio señales de vida. Ni siquiera atendió las llamadas telefónicas de periodistas de su confianza. De hecho, Alessandro Lequio llegó a asegurar en 'El programa de AR' que le habian ocultado la triste noticia para no alterarlo. Por ello, extrañó verlo hace unos días en la mencionada presentación.
Y es que el pasado julio, Manolo se vio obligado a cancelar su asistencia a un evento en Marbella, ciudad donde reside habitualmente. Su propia mujer, Claudia, advirtió entonces de que el deportista, "debido a su avanzada edad", ya no se encontraba "con fuerzas" para hacer apariciones públicas, dando a entender que no lo volveríamos a ver rodeado de focos y cámaras. Así, ahora muchos se preguntan por qué Santana, manifiestamente delicado y dependiente, cumplió con el Mutua Madrid Open pero se ausentó en el adiós a la abuela de sus nietos Alexander y Victoria.
¡Manolo Santana a sus 83 años sigue sintiendo la pasión por el tenis y practicándolo habitualmente! Hace 55 años que triunfó en @Wimbledon #Wimbledon2021 #Wimbledon #leyenda #idolo! Amig@s de Twitter, creo que Manolo merece que este vídeo lo hagamos viral ???? pic.twitter.com/BvpeDEZPSl
— Alex Corretja (@AlexCorretja74) July 11, 2021
Es más, semanas después del fallecimiento de Mila, el también ex tenista Àlex Corretja mostró en su cuenta de Twitter un vídeo en el que se veía cómo Manolo Santana, pese a sus achaques, aún peloteaba en una pista de tenis. Además, el catalán aseguró en el texto que acompañaba esas imágenes que su colega sigue "practicando habitualmente". Quizás no fuera su quebradiza salud la razón principal del medallista olímpico para no asistir al susodicho evento de Marbella y, sobre todo, al entierro de su ex esposa.
Manolo Santana y Mila Ximénez se casaron en 1983, y un año después tuvieron a su única hija en común. Se separaron en 1986. Tras el divorcio, la periodista tenía pocos recursos y se vio obligada a mandar a Alba durante un tiempo a vivir con su padre para que éste costeara sus necesidades. "Perdí el timón de mi vida, tuve que renunciar a la persona que más quería en mi vida y pensé: 'me he vuelto a equivocar'", contó años después la sevillana.