Olga Moreno, contra todo pronóstico, y quizás para seguir explotando el morbo con el caso de Rocío Carrasco, fue elegida la ganadora de la edición 2021 del reality “Supervivientes”. A pesar de las trampas evidentes que cometió durante el concurso, la producción decidió hacerse la vista gorda con ella. El dinero es lo que importa, por encima de cualquier causa justa. Telecinco decidió apostar al pragmatismo mal entendido.
Y esa es la opinión de varios articulistas en sus editoriales. El pasado 26 de julio, Sergio Espí del portal Periodista Digital, apuntó de manera muy aguda que la esposa de Antonio David no ganó por sus logros como concursante sino por ser la enemiga declarada de Rocío Carrasco. Ese es el juego de Telecinco: forrarse de dinero mientras promueven debates sociales que, aunque muy justos y necesarios, no es la manera correcta de abordar temas tan delicados.
Cuando se emitió el programa de Rocío Carrasco, mucha gente sintió miedo que se banalizara el tema porque se trataba de darle voz a la hija de la más grande, quien presentó, con pruebas en mano, cómo todo lo que había pregonado Antonio David Flores durante casi 20 años, era “la gran mentira del corazón”. Pero conforme fueron avanzando los programas, la producción trató de presentar en el debate especialistas sobre violencia de género y machismo vicario, como Ana Bernal. La tertulia pasó de la superficialidad a ser conducida por mujeres especializadas en el feminismo, quienes se encargaron de explicar a la audiencia todo lo referente al movimiento. Y eso se agradeció.
Telecinco apostó a las emociones contra las pruebas.
Sin embargo, el sentido preclaro de la dirección del canal, duró muy poco y decidió, para seguir abusando de la gallina de los huevos de oro, darle una voz a Olga Moreno, pero sin exigirle lo mismo que le exigieron a Rocío Carrasco: pruebas que acreditaban su versión, aun los que no la dejaban muy bien parada. La idea es ser serios. Sin embargo, eso no fue así. Moreno solo contó su verdad, sin presentar absolutamente nada. Ningún aval. Nada.
Sus argumentos fueron el amor que siente por lo hijos de su marido. Eso nadie lo pone en duda. Que su marido es un gran padre (había que hacerle un lavado de imagen a Antonio David) y, al igual que el ex guardia civil, sus ataques fueron directamente contra Fidel Albiac: el actual marido de Rociíto es el culpable de todo. Moreno sugirió a Carrasco que abriera los ojos.
Olga Moreno, al igual que Rocío Flores, vetó colaboradores.
Para la edición del “Ahora, Olga”, se pudo conocer a través de insiders que la madrastra de Rocío Flores vetó presentadores y colaboradores, dejando solo a aquellos con quienes se sentía cómoda y de los que estaba segura, no harían ninguna pregunta incómoda.
Se pudo apreciar como Carlos Sobera dirigía con mano de hierro el debate. Y aunque Moreno aseguró que no iba a hablar de Rocío Carrasco, no dejó de nombrarla. Igualmente, aseguró tener pruebas, pero no mostró ninguna, también evadió las pocas preguntas incómodas que le hicieron. Su intención fue apelar a la pena de la audiencia desde el minuto uno del programa. Telecinco fue muy indulgente, aunque sabemos que su intención es seguir dando qué hablar y mantener los buenos números de audiencia que tuvo con “Rocío, contar la verdad para seguir viva”.