Era un secreto a voces. O al menos, algo que se sospechaba y de lo que nadie, sin ninguna evidencia, podía confirmar pero, David Valldepera, director de “Sálvame”, fue el primero en ponerle el cascabel al gato.
El pasado lunes, el director dejó caer un testimonio que hizo palidecer a los colaboradores del programa: Antonio David Flores había grabado muchas de las conversaciones que él había tenido, a lo largo de los meses del programa, con el ex guardia civil. “Reuniones, conversaciones telefónicas… siempre que hemos hablado con él hemos sido muy conscientes de que, seguramente, había un piloto rojo”, afirmó, confirmando así la obsesión del padre de Rocío Flores, por grabar todas y cada una de sus conversaciones.
Antonio David hacía grabaciones clandestinas de todo.
Los colaboradores no daban crédito a ese testimonio, muy delicado, por cierto. Kiko Matamoros aseguró que, quizás, esa actitud fue “para soportar un información en un momento dado, para documentarla, lo que sea… pero la gente que graba por sistema… a mí eso me parece tan repugnante, que no doy crédito”. Matamoros ha sido un férreo defensor del ex de Rocío Carrasco, ahora que ésta ha tomado la decisión de revelar todas y cada una de sus vivencias, durante su matrimonio y la posterior separación del malagueño.
Por su parte, Belén Esteban, dijo que había hablado con Antonio David y que “no comenté la conversación porque me dijo que quedara entre nosotros. A mí, alguien me avisa, alguien del equipo, me dice que tenga cuidado que puede que me grabe”. Directores, colaboradores, compañeros de cadena, nadie se libró de las ansias del esposo de Olga Moreno, por registrar llamadas de teléfonos, charlas entre colegas y confesiones que sus protagonistas querrían evitar que salieran a la luz pública. Y es aquí donde la declaración de Kiko Jiménez cobró sentido. Recordemos que el ex de Gloria Camila aseguró que Antonio David chantajeaba a Ortega Cano con una grabación.
Antonio David tiene mucho tiempo en esta práctica irregular.
En “Sálvame” aseguraron que, esta forma de obtener información delicada, no es nueva. Data de cuando estuvo asociado al polémico abogado, Rodríguez Menéndez. De hecho fue este último quien le hizo esa recomendación y esa ha sido su arma para atacar a la familia de Rociíto. El programa mostró pruebas que el ex guardia civil instaló un costoso y avanzado sistema de grabación en la casa de “La Moraleja”, de Rocío Jurado, donde éste vivía, registrando todas las conversaciones que se mantuvieron en esa casa.
Una testigo del programa, a quien se le ocultó el rostro para mantener su seguridad, aseguró que “el arma de Antonio David es el temor que siempre ha hecho creer a personas cercanas al entorno de Rocío (Carrasco). Decía que tenía grabaciones, que tenía vídeos…”.
Lydia Lozano aseguró también que, cuando Rocío tuvo el accidente, se fue a casa de Cristina Cárdenas en Argentona y le pidió al marido de esta que grabara todo porque “mañana nunca se sabe”.
Kiko Matamoros trató de defender a Antonio David y lo justificó, sin lograrlo.
Kiko Matamoros, a pesar de todo, siguió defendiendo a Antonio David y solicitó saber con qué motivo el ex guardia civil hacía esas grabaciones, pidiendo que, la persona que maneja esa información, sea objetiva. “Por el momento en que atravesaba la situación de la pareja, o a lo mejor iban más dirigidas a miembros de la familia… por lo que fuera, no lo sé” y buscando minimizar el hecho quiso “apuntar que, en aquella época, era un práctica muy habitual en la profesión… el grabar, pinchar teléfonos, conversaciones con escáner que se cazaban… era una práctica muy habitual”.
Ese argumento no fue tragado por los otros colaboradores y le aclararon que, los periodistas, graban entrevistas y conversaciones que, de manera inmediata son publicadas, aparte que es de conocimiento del entrevistado que están haciendo un registro de lo que están hablando.