El pasado miércoles, otro episodio de Rocío, contar la verdad para seguir viva, fue emitido por Telecinco, revelando muchos más oscuros y terroríficos detalles que vivió Rocío Carrasco, antes, durante y después de su separación de Antonio David Flores, padre de sus dos hijos.
El episodio número 6 de la serie documental, comprendió los hechos acaecidos entre enero de 2001 y junio de 2003, y fue titulado como: Quién te crees tú. Comienza narrando todo lo que ocurrió tras la muerte de Pedro Carrasco y cómo Rociíto fue marcada por ese acontecimiento, la solicitud de la nulidad matrimonial y el informe psicosocial de la pareja. Sobre este último, se puede decir que fue el que dejó impactado a más de un presentador y colaborador, por el análisis que hizo sobre la personalidad de Antonio David.
Una de las personas que no dejó pasar la oportunidad de emitir su opinión, ha sido Joaquín Prat. El colaborador de “El programa de Ana Rosa”, desde que comenzó la emisión de la serie, siempre se ha mostrado bastante prudente respecto al tema pero, luego de haber sido testigo de las pruebas presentadas por la hija de “la más grande” no pudo decir sino que, Antonio David, quedó muy mal parado ante este informe, “muy mal parado”, recalcó. Además no se atrevió a poner en duda la importancia del documento porque “es de un perito forense adjunto al juzgado”.
Antonio David Flores quedó muy mal parado ante el informe psicosocial realizado por peritos forenses de los juzgados.
Este informe reveló que, a Rocío Carrasco, no se le encontró ninguna objeción para continuar con la custodia de sus hijos. El informe indicó que “a juicio de la madre (Rocío Flores es) un niña expresiva y cariñosa que no ha planteado ningún problema. Cuando se instalan en Madrid, siguen contando para el cuidado de la menor con la misma chica (Mary Cruz) que contaba en Barcelona”. En ese informe, Rociíto mostró su preocupación de que su hija “pueda oír o ver cosas en todo este proceso que le hagan daño” ya que la encontraba vulnerable a los dimes y diretes de su condición como figura pública.
El informe indicó que “la relación de la niña con todos en casa es buena; en el colegio, no tiene problemas y a su hermano le coge, le quiere, le protege, le defiende y está muy pendiente de él en todos los aspectos”. Sin embargo, Carrasco, “insiste, le preocupa en esta última etapa por ciertas verbalizaciones y expresiones… que no se va a ir de mi lado, no me va a abandonar… pueda estar influida, negativamente, por el padre. Se vea obligada de alguna manera a mentir o encubrir”. Rociíto aseguró que su hija, cuando tenía 5 años, se sentía “elegida, protegida y querida conmigo”.
El mismo informe no fue tan condescendiente con su ex pareja. “En su estructura de personalidad, tendencia preferente en el sr. Flores a resolver dificultades y buscar gratificaciones en una interacción afectiva con el entorno. Va a procesar afecto mientras desarrolla operaciones de resoluciones de problemas, pudiendo las emociones ejercer una gran influencia en toda su actividad psíquica”. Pero el informe va más allá y concluyó que Antonio David tiene un “problemático control emocional… pudiendo producirse manifestaciones de la impulsividad ante situaciones y estrés emocional… se perturba y emociona con facilidad y las críticas le hacen mella… se exige fuerza de voluntad con una imagen social controlada y precisa, apareciendo serio y responsable con obligaciones asumidas”. Y agrega, “en su antagonismo, probabilidad de generar situaciones conflictivas. Difícil aceptación de crítica. Asertividad ante los errores de los demás… Alta valoración del bienestar material que disfruta; considera vive con cierto desahogo, no preocupándole condiciones económicas o desempeño de actividad laboral para la que se juzga competente”.