La guerra mediática ente Isabel Pantoja y su hijo, Kiko Rivera, no parece tener un final cerca. Todo lo contrario. Pinta que va a ser larga. Muy larga.
Como en toda guerra, a cada bando se suman aliados. Sin embargo, es imposible evitar los daños colaterales. Anabel Pantoja, sobrina de Isabel, es un ejemplo de eso. La prima de Isa y de Kiko ha tratado, desde el principio del conflicto, en mantenerse ecuánime y neutral. Su posición es no apoyar a ninguno de los dos. Mejor dicho, a apoyarlos sin mostrar ninguna parcialidad por alguno.
Esa posición tiene un costo. Reproches van y reproches vienen, tanto de algunos sus familiares como de sus compañeros de trabajo, que la han presionado de tal manera que no pasa un solo día en que Anabel no suelte un mar de lágrimas en cada programa que se presente. No ha de ser nada fácil para ella. De hecho, la pasada tarde del miércoles no fue la excepción. Es que su familia le duele muchísimo.
Anabel ha visto con muy buenos ojos las muestras de cariño que se han hecho sus primos, Kiko e Isa, durante este difícil período. Para ella, el hecho de que, al acercarse la boda de Isa con Asraf, Kiko haya llamado en directo a “El programa de Ana Rosa” y le haya dicho que no solo va a asistir a su matrimonio sino que, él mismo, en persona, la va a llevar al altar y a entregarla, como lo habría hecho su padre, la llenó de mucha dicha: “me ha alegrado muchísimo”, dijo y agregó que también le había dado mucha envidia. Es que Anabel extraña a sus primos. Ella también quiere ser tomada en cuenta… que le den esa “palmada en la espalda” que ella dice necesitar y que muy pocas veces llega, de acuerdo a sus declaraciones.
Kiko Rivera entró en directo a “Sálvame” para conmover a su prima, Anabel Pantoja.
Tal ha sido el sufrimiento de la prima de Kiko, durante los últimos meses, que no es de extrañar que Paquirrín, quien aseguró que no iba a dar más declaraciones sobre la guerra mediática con su madre, sino que todo lo demás se haría en los juzgados, llamara a “Sálvame” para, de un vez por todas, dejar claro lo que siente por su prima.
“Te voy a decir una cosa para que te enteres de una puñetera vez, porque parece que no te enteras” comenzó diciendo Kiko a modo de reprimenda pero sí con mucho cariño, "Anabel ¿qué es lo que te pasa, mi vida? Tú eres parte de mí, siempre. Eres la persona que más quiero en esta vida. Eres mi prima. Eres mi hermana. Eres mi amiga. Eres mi todo”, aseguró.
El hijo de Paquirri aseguró no querer que, el problema que tiene con su madre por la “herencia envenenada”, pueda afectar, negativamente, la relación que tiene con su hermana y con su prima. No quiere que sufran más. “No os rayéis, que estáis las dos muy susceptibles” declaró, agregando que “que yo tenga problemas no significa que sean vuestros. Ya vendrán tiempos mejores. Solamente quiero verte bien” dijo y, para que no quedara duda de sus sentimientos por su prima, afirmó tajantemente que “no me gusta verte triste”.
Sin dudas, las palabras de Kiko cayeron muy bien a su prima. Sus lágrimas, esta vez de alegría, junto a las declaraciones de su primo, le cambiaron el semblante a uno más tranquilo.