Las vacaciones no son una buena época para perder peso, sino todo lo contrario. Desayunar, comer, merendar y cenar fuera de casa, además del vinito, la cervecita y las copas son un cóctel calórico capaz de aumentar el peso en la váscula de cualquiera y Belén Esteban no es ninguna excepción.
Y es que la colaboradora de Sálvame ha subido nada más y nada menos que 8 kilos durante sus vacaciones veraniegas en sus amadas islas canarias, donde, tal y como hemos podido observar a través de sus cuentas oficiales en las redes sociales, la rubia más famosa de España no se ha cortado de nada entre salida y salida con su marido Miguel y otros amigos.
Un aumento que ha generado todo tipo de comentarios en las redes sociales y que parece haber empujado a la de San Blas a tomarse muy en serio lo de recuperar la figura perdida a través de su enésima dieta milagro que, ahora sí, o eso piensa, la va a devolver a su peso ideal.
Para ello ha decidido ponerse en manos de la Clínica Menorca de Madrid, su centro de belleza y estética de confianza, donde le han diseñado un completísimo programa de nutrición personalizado para lograr que queme la práctica totalidad de sus reservas grasas en apenas un mes.
Pues bien, tal y como ha podido conocer este medio, se tratade una dieta que está basada en los resultados de un test genético que le realizaron hace unos días a través de un análisis de saliva y del que se desprenderá, teniendo en cuenta su dieta habitual y su estilo de vida, una tabla que esta deberá seguir a rajatabla.
Y es que, al parecer, Belén Esteban, además de tener que recortar sus raciones y decir adiós a gran parte del azúcar y los hidratos que come, va a tener que ejercitarse a diario un mínimo de 45 minutos para fomentar la quema de lípidos.
Si consigue seguirla a rajatabla, comer lo que le dicen y hacer ejercicio, Belén Esteban perderá 8 kilos en apenas 30 días. Así se lo han asegurado los médicos nutricionistas de la citada clínica. Veremos si esta vez, por fin, la colaboradora de Sálvame encuentra el camino a su peso ideal y se siente de una vez por todas contenta con su imagen.
Desde aquí le deseamos toda la suerte del mundo y, al toro. Porque como reza el refranero español, el que algo quiere, algo le cuesta. Con el aspecto físico no iba a ser menos.