La guerra entre Belén Esteban y Toño Sanchís no tiene fin. La escalada en los últimos cinco años ha sido interminable, como sus juicios y descalificaciones cruzadas de lo que vienen hablando sin parar las redes sociales.
Pero esta es solo una de sus muchas batallas. En los últimos meses Toño Sanchís se ha referido a la de San Blas como la "baja audiencias", mientras la rubia más famosa de España aprovechaba para, subasta mediante, echarle al valenciano de su casa.
Esa era la consecuencia del denominado "juicio del siglo" que enfrentaba a ambos y en el que Belén, tras acusar de mala praxis a su representante, lograba una indemnización que dejaba al levantino en la calle. Los meses previos fueron un no parar de cruzarse menos precios entre ambos.
Parece que desde que ambos rompieran su relación laboral con acusaciones de "robo" de por medio su relación solo ha ido agriándose hasta el punto actual. Ese en el que no tienen reparos a la hora de menospreciar en lo personal y en lo laboral al otro. La guerra, nadie lo duda, está lejos de acabar.