Belén Esteban y su marido Miguel ya no viven juntos. Es así desde hace al menos un par de semanas. Concretamente desde que comenzara la cuarentena voluntaria de la colaboradora de Sálvame con motivo de encontrarse entre la población de máximo riesgo por Coronavirus.
Una pandemia contra la que lucha su esposo cada día conduciendo una ambulancia y que lo convierte en un potencial contagiado, tal y como demuestran todos los datos de contagios en el personal sanitario, donde el porcentaje de infecciones no deja de aumentar.
Esa es la razón por la que tanto una como otro están viviendo durante las últimas semanas -y se espera siga siendo así durante al menos otro mes- en casas separadas. El está con su familia y ella con su hija Andreíta, tal y como han revelado en Sálvame.
Una situación de excepción que parece va a retrasar al máximo la intención de ambos de conseguir un embarazo que deseaban para este año 2020 y que parece deberá esperar al próximo 2021. Como nos sucede a todos los españoles, habrá que esperar a que pase todo esto para retomar nuestra vida y nuestros proyectos de futuro.