La lista de enemigos íntimos de Belén Esteban no deja de crecer: primero fue Jesulín de Ubrique, luego María José Campanario, luego Olvido Hormigos, luego Ángela Portero, luego Toño Sanchís, más recientemente Alba Carilllo y, ahora, una de las mayores personalidades del mundo del arte y los negocios de este país como es José Luis Moreno.
Un magnate de la televisión a quien la colaboradora de Sálvame ha osado enfrentarse inconsciente de lo que puede derivarse de una guerra en la que la de San Blas no tiene ninguna opción de ganar. Un duelo que parece tener su origen hace un tiempo, a tenor de la inquina con la que la Esteban se dirigía a Moreno en su última aparición pública, y de la que poco se sabe.
Lo que sí sabemos es que ese resquemor evidente para con el que fuera presentador de Noche de Fiesta saltó por todo lo alto este fin de semana cuando Lydia Lozano denunció que este le debía dinero de una colaboración pasada y la ex de Jesulín pedía paso mirando a cámara deseosa de mandarle un recado a Moreno y gritándole un "¿Pá-ga-la!" de lo más llamativo.
Era en ese momento cuando lo que sea que Belén y José Luis hayan tenido en el pasado pasaba a convertirse en un careo público del que la rubia más famosa de España no puede salir bien parada en ningún caso, si tenemos en cuenta que el poder que este tiene en la industria audiovisual patria.
Y es que si Moreno decide entrar al trapo, las colaboraciones publicitarias e incluso su presencia en la televisión, dado que si alguien influye más en el Consejo de Administración de Mediaset España que Belén Esteban es José Luis Moreno.
Parece que en esta ocasión, Belén no ha sabido medir su enemigo ni las consecuencias de medirse a una persona tan poderosa y con tanto poder en Telecinco y el resto de cadenas patrias como Moreno. Veremos en qué acaba esta guerra.