Los seguidores de Sálvame andan alarmados. A pesar de lo que a menudo se nos quiere mostrar las relaciones entre quienes hacen posible el programa decano de corazón de la televisión española son mucho peores de lo que se podía esperar.
Así ha quedado patente en una semana en la que algunos de quienes forman parte de su engranaje han decidido que se acabó callar lo que pasa dentro y revelar algunas de las intimidades más malrolleras que tienen lugar en el canal estrella de Mediaset España.
Un buen ejemplo de ello es Carlota Corredera, presentadora y ex directora del espacio rosa de Telecinco que no perdona a quienes eran sus compañeros y la han sustituido que le hayan marginado de mala manera: "Me echaron del grupo de WhatsApp de directores". Y es que, al parecer, esta dejó más pena que gloria entre sus colegas hasta el punto de que se ha filtrado que algunos "no la pueden ni ver".
Pero la cosa no queda ahí. En la misma semana que Paz Padilla ha comparado a su compañera con María Patiño con un niño travestido de mujer con toda la intención de dar a quien no aguanta ni un poquito, Belén Esteban y Kiko Hernández han hecho campaña en contra de su 'amiga' Mila Ximénez en GH VIP 7. Con amigos así, quién quiere enemigos.
Los egos, las rencillas acumuladas en más de una década trabajando juntos y los puñales por la espalda que no cejan entre todos ellos han llevado a Sálvame a una situación en la que solo Telecinco con la intervención de Vasile puede tratar de parar lo que parece inevitable: que la próxima temporada o a más tardar la otra, el ambiente sea tan irrespirable que Sálvame desaparezca de una vez por todas de la televisión.