Isabel Pantoja está convencida de que acabará ganando Supervivientes 2019. A las inestimables ayudas de la dirección de las que se ha venido hablando largo y tendido en varios medios en relación a las pruebas y las recompensas, hay que unirles la estrategia diseñada por la cantante para llegar a la final y ganarla.
Una estrategia que comenzaba vendiéndose como una mujer arruinada en el amor y en lo económico, con una historia muy dura que le había posado los pies en la tierra quitándose el sambenito de diva y demostrando que podía concursar en un reality en la cadena que tanto la había criticado. Algo que comenzó a explotar al llegar a Honduras con sus compañeros de aventura.
Después optó por pegarse a Colate, deslizar una historia sentimental que se rompió en mil pedazos, como le ha ocurrido el resto de su vida, para pasar a ser su mayor enemigo en la isla antes de pegarse a un Omar a quien en las últimas horas hemos descubierto ha rajado de arriba abajo preguntándose a sus espaldas: "¿quién se cree que es?".
Porque Isabel no quiere amigos que le hagan sobran y le puedan quitar posibilidades de triunfo como Montes. Ha llegado a esta altura como una supervivientes que ha pasado por todo, incluida una evacuación por motivos de salud, y no tiene amigos, sino rivales. Su estrategia ahora es quedarse sola, 'victimiar' y cantar a la cámara cuando le graben canciones sobre el programa para congeniar con los suyos que tanto necesita para que le hagan ganar las votaciones de la final. A Telecinco, ya se lo imaginarán, nada le gustaría más que darle el maletín a la Pantoja.