Ya se conocen todas y cada una de las medidas de seguridad que Belén Esteban y Miguel Marcos implementarán en su boda y da toda la sensación de que la pareja ha invertido más tiempo en diseñar un plan de máxima seguridad anti reventón de exclusivas que en la ceremonia o el convite.
Tal y como se ha filtrado desde personas encargadas en la preparación del bunker en el que van a convertir su banquete, la Esteban está preparando todo un cordón de seguridad para tener todo bajo control durante todo el tiempo en el que se esté desarrolando la fiesta nupcial.
Entre otras cosas, los invitados tendrán que sortear un minucioso control de entrada y salida de invitados que se prolongará durante toda la fiesta con cacheos y reviones para asegurarse que estos no portan consigo ningún teléfono móvil. Razón por la cual la pareja habilitará un teléfono que hará llegar a los invitados para que estos puedan recibir o realizar llamadas durante la celebración mientras sus móviles están custodiados por un equipo de seguridad.
Además de esto, la empresa encargada de la seguridad, compuesta por más de una docena de efectivos, instalará unos focos que rodearán la finca apuntando hacia afuera con el propósito de impedir que se pueda realizar ninguna foto del interior, ni siquiera desde un drón.
Una serie de medidas que han conseguido que algunos invitados hayan puesto el grito en el cielo preguntándose si van a la recepción del presidente de los Estados Unidos a la boda de una amiga o una familiar. Desde luego, no parece que la de la Esteban vaya a ser la boda más cómoda…