En el último Debate de Gran Hermano Dúo, Kiko Rivera, antes de recibir la llamada de su madre, Isabel Pantoja, tuvo tiempo para confesar el que ha sido el capítulo más escalofriante de su vida.
Todo sucedió al poco de independizarse, cuando tanto él como Rosales decidieron adoptar un cachorro. Durante los primeros días, para protegerlo, bloqueban las escaleras de la casa con una maleta con la intención de evitar que le pudiera pasar algo al recién nacido.
Una noche, en mitad de la madrugada, una amiga de toda la vida de Kiko le llamó y le soltó a Kiko lo último que esperaba escuchar: "Me dice mi amiga que estaba durmiendo y que le ha hablado mi padre. Me pide que quite la maleta del escalón porque él no puede pasar".
Todo un fenómeno paranormal que le empujó, primero, a retirar la maleta para dejar moverse a sus anchas a 'su padre' y a no dormir esa noche en su casa, marchándose a la de su madre para tratar de despejarse de un momento que, asegura, ha cambiado su vida para siempre.