La noticia corrió como la pólvora. Y significó, una vez más, una concatenación de cambios que iban a ofrecer una visión del mundo totalmente diferente de la que hasta entonces estábamos acostumbrados. Y es que, un 2 de abril de 2005 fallecía el papa Juan Pablo II. Desde aquel día, hasta hoy, catorce años después, han ocurrido muchas cosas. Pero, ¿qué es lo que ha cambiado?
Desde el segundo día del mes más lluvioso del año hasta el 8 de abril más de tres millones de peregrinos pasaron por la Basílica de San Pablo para rendir homenaje al conocido como el Papa Viajero. Así, Wojtyla además se convirtió en el papa número 264 de la historia de la Iglesia católica, asumiendo el mandado desde el 16 de octubre de 1978 hasta el día oficial de su muerte en la Ciudad del Vaticano.
EL VALOR DE WOJTYLA PARA LA HISTORIA
Precisamente, el mismo día de su fallecimiento pero del año 1986, el papa Juan Pablo II daba un empujón a la Teología de la Liberación. Se trata de una corriente teológica cristiana integrada por varias vertientes católicas y protestantes, nacida en América Latina, cuyos defensores han sido diezmados por algunos de sus dictadores.
[Sumario]
Esta corriente nace tras la aparición de las Comunidades Eclesiales de Base, el Concilio Vaticano II y la Conferencia de Medellín de 1968. Algo particularmente revolucionario para toda la estructura eclesiástica, ya que se caracteriza por creer que el Evangelio tiene preferencia por los pobres y que puede recurrir a las ciencias humanas y sociales para definir las formas en que debe realizarse aquella opción.
Y es que la biografía y labor de Wojtyla es particularmente significativa para la Iglesia católica. Por su particular bondad y carácter caritativo. Pero también ha sido significativo su papel para la historia social del mundo contemporáneo. Juan Pablo II es una de las figuras más representativas e influyentes del siglo XX, recordado especialmente por su lucha contra la expansión del marxismo.
Además, jugó un papel muy importante en el derrocamiento del régimen comunista de su Polonia natal. Y finamente en toda Europa. Además mejoró las conversaciones y acercamiento con otras religiones como el judaísmo, el islam o los anglicanos.
Y es que, Juan Pablo II es para muchos de los que los recordamos uno de los personajes públicos más amados de finales de nuestra historia reciente. ¿Un dato impactante? Entre los hechos más notorios de su pontificado destaca el intento de asesinato que sufrió el 13 de mayo de 1981, mientras saludaba a los fieles en la plaza de San Pedro. El asaltante, que disparó desde muy poca distancia, fue perdonado por el papa en persona.