La boda del siglo está de camino. Será la protagonizada por Belén Esteban y Miguel Martos después de una década de relación y un lustro después del desliz del conductor de ambulancias que estuvo a punto de llevárselo todo por delante.
Después de mucho tiempo rechazando propuestas para casarse vendiendo la exclusiva de parte de varias revistas, finalmente la colaboradora de Sálvame ha accedido a pasar por el altar. Eso sí, a cambio de una cantidad récord nunca vista antes por una exclusiva que ya está generando incomodidades entre los invitados.
La primera incomodidad ha venido de la mano de tener que enterarse del enlace a través de la revista de marras, ya que así lo había exigido la publicación, tal y com reconocía Carlota Corredera en antena recientemente. Algo que a muchos familiares y amigos no ha gustado un pelo.
Pero la cosa no acaba aquí. Con el fin de no reventar la millonaria exclusiva, ya se ha confirmado ningún invitado podrá portar su teléfono móvil durante el enlace o la celebración, lo que no ha gustado nada a muchos de ellos, a quienes se les está acusando de alguna manera de sospechosos de querer jugársela.
Para ello la de San Blas prepara un dispositivo de seguridad junto a la revista que le pagará la cantidad nunca vista antes que pasará a la historia. Parece que la comodidad y el disfrute de los invitados es secundario. El dinero por encima de todo.