El empeño que lleva poniendo Kiko Hernández en ocultar su vida privada es digno de tesis doctoral. El pudor que este siente ante su vida real lejos de las cámaras y el posible daño que le puedan hacer al conocerse su verdadera cara ha provocado que se haya dicho que el madrileño tiene firmados 'pactos de no agresión' otros colaboradores de Sálvame.
ue A sus 42, no muchos saben qesus padres se separaron cuando él era muy joven. Tampoco que antes de la televisión fue camarero, librero y finalmente agente inmobiliario antes de recalar en de Gran Hermano cuando tenía 25 añitos.
Allí conoció a su única pareja conocida públicamente. Una Patricia Ledesma que ya dejó claro que su relación con él no fue precisamente normal. De hecho, no son pocos los que han querido revelar que a Kiko le gustan las dos aceras por igual. Sobre todo desde que en 2009 reconociera haberse enamorado de un hombre.
No obstante, lo más oscuro de la biografía del colaborador de Sálvame es el hecho de que este tenga disecado a su gato en su casa desde 2015, momento en el que murió el animal. Un tipo muy, pero que muy raro Kiko.