Hoy en día nadie puede garantizar que su contrato se cumplirá hasta su jubilación y tampoco en la televisión.
Sus contratos, jugosos, se renuevan dcada dos o tres temporadas. El objetivo, obligarlos a demostrar en cada programa que valen y que son capaces de enganchar a la audiencia con sus exclusivas o con su vida personal.
Si no son capaces de hacerlo, su futuro se compromete. Y eso es algo que se mide con la audiencia. De ahí que, si esta es baja, como viene sucediendo en Sálvame toda certeza se tambalee. Tanto es así que, durante este verano, algunos directivos de Mediaset España hayan filtrado que determinados formatos de la cadena de Fuencarral están ya amortizados y por ello deben ser maquillados o sustituidos por otros que vuelvan a generar el interés perdido por estos.
Tras la reconversión de Sálvame Deluxe a Sábado Deluxe tras estrepitosas caídas de share, la cancelación de Gran Hermano de este año y ahora el posible cambio de Sálvame a un programa de corazón nuevo abren la puerta a distintos despidos.
De confirmarse esta noticia tanto Belén Esteban como Mila Ximénez, Kiko Hernández u otros colaboradores dejarían su puesto por otros mucho más centrados en dar noticias y comentar la actualidad. Veremos qué pasa en los próximos días.