No es ningún secreto: Belén Esteban ha pasado mil veces por los quirófanos para realizarse operaciones de estética.
Algo que, según nuestros compañeros de Cotilleo, que han realizado un seguimiento exhaustivo sobe los pasos por el bisturí de la colaboradora de Sálvame, comenzó en 2001, fecha en la que se produjo su primer retoque.
Todo arrancó con una mamoplastia para poco después modificar su nariz con unas rinoplastias y, a renglón seguido, hacer lo propio con sus labios y también con unas nuevas carillas dentales.
Operaciones de hilos tensores para quitar las arrugas, blefaroplastias para arreglar los párpados o inyecciones de botox, además de liposucciones para quitarse grasa son algunas de las operaciones que esta ha tratado de ocultar cada vez que se las ha hecho. ¿Qué será lo próximo?