Si para algo le ha servido ganar el juicio y los 600 euros que le ha sacado al que fuera su representante Toño Sanchís es para pasar de ser considerada como la princesa del pueblo a vivir como una reina. Todo un cambio jerárquico que parece estar sentándole a las mil maravillas tanto a Belén Esteban como a su novio, Miguel Martos.
Y es que, con la cuenta bancaria rebosante, y aunque no lo haya hecho público, la colaboradora de Sálvame está disfrutando de una escapada secreta nada más y nada menos que a la considerada como capital del mundo, la ciudad de Nueva York,
Una ciudad en la que la noche de hotel media los 200 dólares y donde los adinarados como ella disfrutan de todo tipo de espectáculos, restaurantes e lujo y comodidades que el resto fotografiamos.
Al parecer la de San Blas pasará allí una semana en la que ver los cinco boroughs y tener unos días de lo más románticos con su novio, quien sabe si en su último viaje antes de convertirse en marido y mujer. La ocasión para la pedida se le ha quedado pintiparada al conductor de ambulancias.