Así, Bilbao ha otorgado, mediante estas subvenciones municipales, 150 euros a programas de acción humanitaria y de emergencia para atender a personas en campamentos de población refugiada en Siria y también en los Campamentos Saharauis, Chad, Palestina, Honduras y Camerún.
Ayudas humanitarias a la crisis de Siria
En cuanto a las Ayudas Humanitarias a la Crisis de Siria, se han aprobado 50 euros para varios proyectos vinculados al acceso a la salud y la seguridad alimentaria, desarrollados en Siria y Líbano por las tres agencias de Naciones Unidas: UNRWA, ACNUR y UNICEF.
Los programas subvencionados, y dirigidos a las personas que viven en campamentos de población refugiada a consecuencia de la crisis siria, prestan especial atención a la situación creada por el COVID-19. Itziar Urtasun, Concejala de Cooperacion, Convivencia y Fiestas, ha explicado la razón de estas ayudas económicas en este contexto, “la pandemia tiene un impacto sin precedentes a nivel mundial provocando la muerte, la destrucción de los medios de subsistencia de millones de familias, sobrecargando los sistemas de salud y cerrando escuelas y fronteras. Las instalaciones básicas de agua e higiene están fuera del alcance de gran parte de la población mundial y los sistemas educativos han de adaptarse a la nueva situación”.
Más de nueve años después de comenzar el conflicto en 2011, la agonía en Siria continúa. La Guerra Civil Siria es uno de los conflictos armados más recurrentes en el mundo. Se inició en Siria tras las protestas antigubernamentales de 2011. Dichas protestas derivaron en enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas del país y la denominada oposición siria, la cual incluye varios grupos terroristas. Posteriormente, se transformó en un conflicto internacional entre varios países, incluidos las dos mayores potencias nucleares, así como otras regionales.
La crisis en Siria sigue causando un gran sufrimiento tanto a las personas que viven dentro del país como a las que se han visto obligadas a huir fuera. Casi 13,5 millones de sirios y sirias –2 de cada 3 habitantes– aún dependen de la ayuda humanitaria. Casas y escuelas han quedado destruidas, muchos barrios carecen de agua corriente apta para el consumo y saneamiento, y las personas no tienen con qué ganarse la vida y, así, poder alimentar a sus familias. El conflicto continúa siendo la mayor crisis de refugiados a nivel mundial, con más de 6 millones de personas refugiadas viviendo en países vecinos como Jordania, Turquía y el Líbano, la mayoría en condiciones de extrema pobreza.
Acción humanitaria y de emergencia
Respecto a las ayudas que se enmarcan en los programas de Acción Humanitaria y de Emergencia por importe de 100 euros, se han concedido subvenciones a 5 proyectos vinculados a paliar las consecuencias del COVID-19, en los Campamentos Saharauis, Chad, Palestina, Honduras y Camerún.
Los proyectos subvencionados son los siguientes:
Mejora de la situación de la salud en las personas jóvenes, vinculado al COVID-19, en los Campamentos de población Refugiada Saharaui con Mundubat.
Lucha contra el COVID-19 en los sistemas de salud de los campamentos de refugiados sudaneses en Chad con ACNUR.
Mejora de los programas de alimentación y asistencia sanitaria post Covid-19 en Palestina con la UNRWA.
Ayuda de Emergencia a familias afectadas por el huracán ETA en el norte de Honduras con Proclade.
Mejora de la resiliencia y ayuda alimentaria para menores de la calle en Camerún con Itaka.
Los planes englobados en la Acción Humanitaria son actividades de asistencia, socorro, protección y reconstrucción, así como labores de defensa de los derechos humanos, testimonio, denuncia, presión política y acompañamiento. Todas orientadas a aliviar el sufrimiento, garantizar la subsistencia, proteger los derechos de las personas víctimas de desastres y reducir su vulnerabilidad.
Sobre los enmarcados en Ayuda de Emergencia responden a la colaboración inmediata y urgente respecto a una situación de desastre motivada por catástrofes naturales, conflictos armados u otras circunstancias que, con el fin de salvar vidas humanas, provea a una población de bienes y servicios esenciales para su supervivencia inmediata (atención sanitaria, refugio y alimentación). Igualmente, dan respuesta a las necesidades psicosociales humanitarias (rehabilitación psicosocial y educación de emergencia).
