Tapia en todo caso, ha rechazado que se vaya a producir un confinamiento "a las bravas", como hubo en el mes de marzo, o que se cierren en principio municipios, sino que se estudiará cada situación y de ser necesario, se limitarán horarios en ciertas actividades y se controlará que no haya una transmisión comunitaria. Ha recordado que en Euskadi se están viviendo "unas semanas duras", en las que los contagios han ido incrementándose, por lo que ha apelado a la concienciación ciudadana. "Si no somos cada uno responsables de lo que estamos haciendo y de nuestras actitudes, las restricciones que va a haber que imponer son mayores", advierte en unas declaraciones a la Agencia de Noticias Europa Press.
La Consejera ha apuntado que el Ejecutivo vasco en estos momentos "está creyendo en la madurez de la sociedad" y confía en que va a ser capaz "de atender todas esas medidas de distanciamiento, de uso de mascarillas, de higiene de manos, de tener los menos contactos posibles y de tratar de cuidarnos nosotros y los demás", ha añadido.
De lo contrario ha insistido en que "habrá que tomar medidas mucho más duras, no en cuanto a un confinamiento como el que hemos tenido antes, pero sí en cuanto a medidas que permitan estabilizar la situación y garantizar que los contagios disminuyan".
Tapia ha dicho que no se sabe si se está exactamente ante una segunda ola de la pandemia como tal, pero "tiene todo el aspecto" de serlo. No obstante, ha dicho que la situación no es como la que los vascos vivieron el pasado mes de marzo. "En este momento, se está haciendo un rastreo, un análisis de toidos los casos, una evaluación de los problemas que están apareciendo, de los casos positivos, de los contactos de esos casos que nos permiten tener la situación muchísimo más controlada". Asimismo, ha apuntado a que muchos de los positivos son asintomáticos, lo que se traduce en que "van a pasar la enfermedad casi sin síntomas o incluso sin ellos". "Pero hay un porcentaje de personas que está siendo ya hospitalizadas", ha destacado.
Tras indicar que se están haciendo "muchísimos" PCR, ha explicado que eso no significa que se esté "libre" de cumplir con las medidas de seguridad y prevención. La labor de "rastreo está siendo eficiente y se está demostrando", con la detección de problemas en diversos municipios en los que se han "introducido restricciones adicionales" temporales, como ha ocurrido en Ordizia, Eibar, Ermua o Zarautz, con las que se consiguió controlar la situación y evitar la transmisión comunitaria.
Toque de queda
En este sentido, ha recordado que el Lehendakari, Iñigo Urkullu, hizo referencia al "toque de queda" y es una de las "posibilidades". "Estamos analizando todas las posibilidades, sobre todo detectando dónde se están produciendo más esos contagios, como consecuencia de qué situaciones, de qué tipo de actitudes que estamos teniendo como sociedad y tratar de limitarlos. Si no somos capaces de hacerlo por medios propios y voluntad propia, habrá que establecer medidas más restrictivas", ha afirmado.
La Consejera ha indicado que la sociedad no se puede permitir "un segundo confinamiento" y cree que, si otras sociedades están controlando los rebrotes "de una forma mucho más quirúrgica" con medidas "muy focalizadas", Euskadi, desde luego, es "capaz de hacerlo, sin ninguna duda". Por tanto, espera que confinamientos "estrictos" como el ya vivido, no se tengan que llebvar a cabo ni en el conjunto de Euskadi ni en municipios concretos.
Ocio nocturno
Tapia ha considerado que el ocio nocturno es uno de los contextos en los que se producen contagios, pero no ha querido "demonizarlo", porque también en las playas o piscinas o en lugares en que se juntan "grandes grupos de personas, aunque sea de día", se elevan los positivos. Ante los recursos planteados por algunas asociaciones de hostelería contra la limitación de horarios, ha afirmado que lo entiende desde el punto de vista "de economía, de que esas personas tienen un negocio y que no tienen capacidad de desarrollarlo".
En relación a las perspectivas de cara al otoño, Tapia ha apuntado que existen dos "componentes diferentes", por una parte, al finalizar el verano, "quizá no sea tan intensa esa necesidad de salir y estar en la calle" y la actividad en los centros escolares y de trabajo "va a estar más controlada". Sin embargo, la Consejera ha advertido de que "como contrapartida", la gripe estacional se va a "acumular" a la pandemia del COVID-19, porque el virus "sigue ahí". Por tanto, cree que puede darse una situación "bastante compleja" porque "cualquiera puede empezar a toser y tener un poco de fiebre y no saber muy bien si se tiene realmente una gripe o el coronavirus". Por ello, ha asegurado que "desde luego, el sistema de salud puede verse bastante tensionado".
Por último, en relación a la vuelta al colegio presencial en la actual coyuntura, ha recodado que todavía se está a 8 de agosto y "hay tiempo" de "controlar la situación" y ha añadido que hay que ser conscientes de que los niños "necesitan socializar y tener una actividad presencial".