El objetivo es contribuir a la concienciación entre la población en general y a los jóvenes en particular, sobre los riesgos que conlleva el consumo de drogas en la conducción y la potenciación de conductas responsables, con el fin de prevenir la siniestralidad asociada al consumo de alcohol y otras sustancias psicotrópicas.
Esta actuación se enmarca dentro del Plan Municipal sobre Drogodependencias y cuenta con la colaboración de diversas asociaciones profesionales y entidades.
La intervención preventiva se dirige a un amplio abanico de perfiles de edad, comenzando por jóvenes de 16 a 18 años (complementando las acciones escolares y comunitarias), pasando por jóvenes de 18 años en adelante, englobando a los futuros conductores y a los conductores noveles y a los conductores en general, e incidiendo en el intervalo de 21 a 41 años.
Dada esta amplia variedad en cuanto a la edad, la sensibilización, divulgación y formación, se desarrollarán en diferentes contextos y con diferentes actividades.
Así, la campaña tendrá una fase informativa, a través de la distribución de dípticos o "flyers" en los lugares de ocio, autoescuelas, estaciones de servicio, bares, restaurantes, y aulas de bachillerato, dirigidos a informar sobre los efectos del alcohol y las drogas en la conducción; y otra fase de sensibilización, con acciones encaminadas a concienciar sobre las graves consecuencias que eso puede tener cuando nos ponemos al volante.
Junto a estas actividades, se realizarán controles voluntarios por los mediadores juveniles en los lugares de ocio y diversión, y también controles reales por parte de la Policía Municipal y la Guardia Civil, y se simularán los efectos del consumo de alcohol y drogas mediante la utilización de gafas simuladoras.
También se establecen incentivos a las conductas responsables, como estacionamiento gratuito en el parking subterráneo, y se efectuará un sorteo de premios y regalos entre los participantes voluntarios en la campaña.
El alcohol también es una droga
Según recordó la Concejala de Servicios Sociales, Inmaculada Lucas, "cuando hablamos de drogas lo hacemos también del alcohol" por lo que no debemos minusvalorar sus consecuencias en relación con otras sustancias.
Y las primeras consecuencias del consumo de estas sustancias son la alteración de las capacidades del conductor, "ya que se resienten los reflejos, hay un exceso de relajación o de excitación, falta de coordinación de movimientos o visión borrosa; y en cuanto a las últimas consecuencias, problemas de salud, cirrosis, daños cerebrales, alteración de la memoria, y cuando va combinado con la conducción, incluso la muerte de quien consume e incluso de quien no lo ha hecho y puede ser también víctima". Por eso es importante concienciarnos del peligro que supone para nosotros y para los demás conducir en esas circunstancias, "porque todos somos vulnerables".