Esta iniciativa se enmarca dentro del Plan Estratégico de Seguridad Vial y Movilidad Segura de Euskadi.
La principal finalidad será la de concienciar sobre la responsabilidad compartida de conductores y peatones y sobretodo, acerca de los peligros que entraña la actuación imprudente por parte de ambos.
Agentes de la Policía Municipal realizarán una media de cuatro controles diarios, dos por la mañana y dos por la tarde, en aquellos pasos de peatones que, bien por la afluencia de personas que acojan o bien como consecuencia de su ubicación, resulten más peligrosos desde el punto de vista de la seguridad vial; y otros cuatro, repartidos de la misma forma, en las zonas de tránsito de bicicletas más utilizadas.
La Campaña está dirigida a vigilar infracciones y a que conductores y peatones cumplan con el reglamento de circulación, para reducir el riesgo de accidentes y atropellos.
Durante 2018 se llevaron a cabo dos Campañas para evitar atropellos, en las que sólo se impuso una denuncia a un conductor, aunque se apercibió a 180 peatones sobre el riesgo de su comportamiento.
Hay que destacar el descenso de personas atropelladas en 2018: 155 frente a las 166 durante 2017.
El 74% de los atropellos fueron responsabilidad de los conductores y la franja de edad que más atropellos sufrió fue el grupo de 60 a 79 años.