Dicha iniciativa se enmarca en el Plan Estratégico de Seguridad Vial y Movilidad Segura de Euskadi.
Pretende comprobar las condiciones en las que los estudiantes son trasladados a sus respectivos centros educativos, la adecuación de las rutas y paradas establecidas y autorizadas por el Ayuntamiento de Bilbao y el control exhaustivo de los vehículos destinados al transporte escolar.
Para ello, la Policía Municipal realizará dos tipos de inspecciones: la primera consistirá en un primer control de carácter administrativo sobre los permisos y documentos que deben poseer, tanto los vehículos como los conductores (permiso de conducción y prueba de alcoholemia etc.). La segunda prestará especial atención a las características de los autobuses que dan el servicio, para garantizar la máxima seguridad de los escolares.
A lo largo del pasado 2018, la Policía Municipal de Bilbao realizó controles a 79 autobuses de 18 centros escolares y no interpuso ninguna denuncia a los vehículos inspeccionados.