La exposición cuyo hilo conductor son los cambios generados por la revolución industrial en la sociedad vasca y en particular la vizcaína, durante el periodo de entre los siglos XIX-XX, está articulada en dos salas.
La primera dedicada al universo femenino, sorprenderá con diplomas y labores de mano; vestidos de novia y cunas; trajes y complementos a la última moda diseñados por las couturières parisinas o el gabinete privado que Rosario de Lecea, esposa del arquitecto Ricardo Bastida, tenía en su domicilio familiar.
La segunda, en torno a las transformaciones sociales y económicas generadas en el territorio, está representada por una figura, la del magnate y político Horacio Echevarrieta; por una nueva técnica y arte, la fotografía, practicada por las élites burguesas de la época, que servirá de documento y testimonio del pasado; y por un lugar, la anteiglesia de Begoña, en el que confluyen el progreso, representado por la empresa siderúrgica S.A. Echevarria y la tradición, con la recreación de un txakoli de temporada.
Desde los orígenes del Museo Vasco, hace casi 100 años, las donaciones han sido una de las principales vías de incremento de su colección, convirtiéndose en casi la mitad del fondo patrimonial ingresado. En los últimos cinco años, esas piezas han aumentado alcanzando cifras cercanas al 90% del total de las adquisiciones.
Tríptico de San Juan de Elejabarri
El Museo recibió en donación un tríptico policromado procedente de la desaparecida ermita de San Juan "ante Porta Latina", situada en la antigua Anteiglesia de Abando, en el barrio de Elejabarri, en Basurto.
La tabla central representa la Crucifixión y las laterales, fechadas en el año 1597, los retratos de Pedro de Novia y Castillo y Marina Usso de Uribarri, casados en 1551 y fundadores del Vínculo y Mayorazgo de Novia.