El día clave ya pasó, pero la situación sigue inalterable. Así se puede resumir la tesitura política en la Región de Murcia después de que el presidente Pedro Antonio Sánchez declarara en el Tribunal Superior de Justicia por el caso Auditorio. La comparecencia transcurrió durante cuatro horas y el líder autonómico reconoció ser el impulsor del proyecto de la discordia, pero se lavó las manos en el momento de referirse a las cuestiones técnicas.
El secretario general del PP murciano se desvinculó en sede judicial de los aspectos técnicos porque no eran de su competencia. El resto de lo indicado por Sánchez era ya sabido: reiteró que no se desvió ni un céntimo de euro y achacó el posible error a un traspiés administrativo. Nada nuevo. En las explicaciones posteriores a su declaración Pedro Antonio reiteró que no tiene intención de dimitir hasta que su imputación sea formal y se descolgó considerando todavía vigente el pacto con Ciudadanos.
La decisión del juez
Con este escenario y con el presidente sin moverse un milímetro de su planteamiento inicial adquiere especial relevancia la decisión que adopte el magistrado Julián Pérez Templado, instructor del caso Auditorio. Deberá decantarse por continuar la investigación, decretar el sobreseimiento de las actuaciones o dictar un procedimiento abreviado, paso previo a la apertura de juicio oral y que implicaría la renuncia de Pedro Antonio Sánchez, según viene manifestando él mismo.
Después del paso por los juzgados del presidente de Murcia se activan los resortes para engrasar una alternativa en el Gobierno regional. Las opciones se resumen a dos: elecciones anticipadas o moción de censura. La primera es una posibilidad que nadie apunta, al menos de momento, y la segunda ya resuena en los mentideros políticos. La oposición en bloque (Partido Socialista, Podemos y Ciudadanos) trabaja en articular un cambio efectivo en el Gobierno.
Primer encuentro
Este miércoles, 8 de marzo, buscarán acercar posturas PSOE y CS. La cita será en un hotel de Murcia para que la negociación se desarrolle en un escenario neutral. Tras la declaración de Sánchez el secretario general de los socialistas murcianos, Rafael González Tovar, se marcó un margen de quince días para darle forma a la moción de censura. Su intención es conformar un programa de gobierno que trunque con la tendencia impuesta por el PP en las últimas dos décadas.
El encuentro entre socialistas y naranjas será la primera toma de contacto desde que Miguel Sánchez, portavoz de Ciudadanos en Murcia, anunciara su ruptura con los populares desde el pacto alcanzado en 2015. En la reunión el PSOE quiere escuchar al partido de Rivera y que aclare si está dispuesto a avanzar para que la moción de censura sea una realidad.
[Sumario]
González Tovar apuesta por trabajar en firme en el diseño de un programa que sirva para desalojar al PP del Palacio de San Esteban, sede del Ejecutivo autonómico. Una fórmula puede ser la entrada en el Gobierno de PSOE y Ciudadanos con el apoyo de Podemos en la Asamblea Regional. Esta opción, eso sí, supondría que la formación naranja rompería su compromiso de no entrar en ningún gobierno cuando no hubiera sido la lista más votada (en Murcia fue la cuarta en las últimas elecciones autonómicas).
Otro candidato o ruptura
Lo cierto es que Albert Rivera, líder nacional de Ciudadanos, se decanta porque el PP en Murcia presente otro candidato alternativo a Pedro Antonio y así se pueda reactivar el pacto roto recientemente. De seguir los populares en su cerrazón de mantener a Sánchez en la formación naranja ven con buenos ojos buscar otro presidente en el PSOE, que fue la segunda lista más votada en Murcia en 2015.
Al margen de las decisiones políticas las judiciales también pueden precipitar los acontecimientos. Al caso Auditorio se suma también la presunta relación de Pedro Antonio Sánchez con la trama Púnica que instruye el juez Eloy Velasco. El magistrado ya ha puesto el foco, también en este asunto, sobre el presidente murciano. Las novedades pueden no tardar mucho en llegar.