La Archidiócesis de Madríd celebra estos días el primer año de vida del Servicio de Asistencia Religiosa Católica de Urgencia (SARCU), un proyecto en el que varios sacerdotes de guardia están disponibles durante la noche para atender a aquellos ciudadanos que necesiten su asistencia.
El SARCU funciona desde las once de la noche y hasta las siete de la mañana y se puede solicitar a través del teléfono directo 913717717, o llamando al servicio de emergencias 112, que derivará la llamada si así se pide.
El objetivo del SARCU es cubrir las necesidades espirituales y sacramentales de los madrileños en horas en las que, por lo general, es más complicado encontrar a un sacerdote. De esta forma, los curas están disponibles para administrar sacramentos y, también, para realizar acompañamiento espiritual a las personas que lo pidan, sea por el motivo que sea.
Este servicio permite, por ejemplo, que una persona en peligro de muerte pueda confesarse y recibir la extremaunción, incluso en horas intempestivas. De hecho, este tipo de servicio es el que ocupa la mitad de las, aproximadamente, 20 llamadas semanales que recibe el SARCU.
La otra mitad de las llamadas son por motivos de lo más diversos. Muchas personas llaman porque viven momentos de especial angustia o porque se sienten solas y necesitan tener a alguien con quien hablar. También hay ciudadanos que llaman por dudas de fe o porque se encuentran ante un gran dilema moral y no saben cómo actuar.
El SARCU ha permitido, además, que se celebre alguna boda, prevista para más adelante, ante la inminente muerte de uno de los novios.
Esta red de sacerdotes de guardia, que comenzó su andadura el 15 de mayo de 2017, es una iniciativa personal del Arzobispo de Madrid, el Cardenal Osoro. Monseñor Osoro conoció este servicio durante la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia, ya que es un proyecto que funciona desde hace tiempo en otros países.