Enumera las causas como: “superioridad física” de los agresores, el “sitio angosto” en el que se cometió el delito y el hecho de que ella estuviera “bajo la influencia de bebidas alcohólicas” y ha destacado que el Ministerio Público consideró que se cometió agresión sexual.
Además, se ha preguntado qué habría cambiado si la víctima hubiera dicho: Paraos, es que no quiero!” y ha recordado que la joven estaba en “shock”, por lo que no hizo falta “coacción”. De esta forma, considera que la víctima “no consintió en absoluto”.
En declaraciones realizadas en un descanso de unas jornadas celebradas en el Colegio de Abogados de Bizkaia, Martín Nájera ha afirmado que, en primer lugar, hay que leerse “tranquilamente” la resolución judicial y “valorar todos los razonamientos”.
“Hay que entender que los Tribunales juzgan conforme a las pruebas practicadas, en función de que se destruya o no la presunción de inocencia, y las valoraciones sociales van por otro lado, indudablemente. Sería bueno que coincidieran, pero los juicios sociales no tienen por qué influir en lo que dictan los Tribunales”, ha apuntado.
A su juicio, “parece difícil entender, desde una primera lectura simplemente de los hechos, y con el respeto absoluto a la resolución judicial, que está argumentada, trabajada, que no haya intimidación en un caso con esta superioridad física, en un sitio angosto y ella bajo la influencia de bebidas alcohólicas”. “Hay muchos elementos que suponen que esa superioridad incidió directamente en que ella no consintió en absoluto”, ha señalado.
En todo caso, ha señalado que la Fiscalía de Navarra tendrá que decidir si recurre la sentencia tras el estudio de sus argumentos. “Pero tenemos que leer todos los folios y ver toda la argumentación y eso lleva tiempo. Sobretodo, hay que analizarlo con tranquilidad”, ha comentado.
Intimidación
La Fiscal de Sala ha destacado que ” la violencia no es intimidación”. “La violencia es violencia física y la intimidación es presión moral. Y aquí, todas las circunstancias están presionando y coaccionando a esa persona”, ha explicado.
También se ha preguntado qué habría cambiado en este caso si la víctima hubiera dicho: “Paraos, es que no quiero!”. En su opinión, “aquí no hizo falta la coacción porque estaba tan presionada que, como ella dice, se quedó en “shock””.
A su entender, con la regulación que hay actualmente, es posible encajar estos hechos en la agresión sexual o en el abuso sexual, sin necesidad de proceder a reformas.
“La línea divisoria es difícil de establecer y sobretodo, hay que analizar las circunstancias en cada caso. Y yo no he presenciado todas las pruebas que el Tribunal ha tenido en cuenta. Incluso en este caso, que no sólo existía la declaración de la víctima, sino que había un elemento gráfico, ha sido valorado de forma distinta por las tres personas que lo han visto. Entonces, la complejidad está clara”, ha asegurado.
Martín Nájera ha recordado que la postura de la Fiscalía “fue entender que había una agresión sexual, indudablemente”. “Y de los hechos probados, yo sigo entendiendo, sin perjuicio de una valoración más seria, que ha habido intimidación”, ha asegurado.
Indignación social
Martín Nájera entiende “la indignación” que se ha mostrado en las calles ante la sentencia, pero cree que hay que “leerse la sentencia y ver todas las pruebas”. “Entiendo la indignación y el desacuerdo, pero, para que ayude a avanzar, tiene que ser desde el respeto a los tribunales, que están capacitados para juzgar estos hechos”, ha subrayado.
Por último, ha destacado que el Pacto de Estado en esta materia ” uno de los temas que toca primordialmente, es la ampliación del concepto de violencia de género” que existe en el Estado español “y que no coincide con el que tienen los organismos internacionales, entre ellos, el convenio de Estambul, que está aprobado por España y que es ya parte del ordenamiento jurídico español”.
“La violencia sobre la mujer es la que se ejerce sobre la mujer por el simple hecho de serlo o que afecta de forma desproporcionada a la mujer. En España, de todos lo casos, de todas las denuncias de agresiones o abusos sexuales, de toda violencia sexual, el 83% de las víctimas son mujeres. Luego, las agresiones sexuales son violencia sobre la mujer”, ha manifestado.
En su opinión, “hay que ver en cada caso concreto la denuncia, los elementos con los que cuenta el Tribunal y en general, los Tribunales valoran con mucha atención y con mucho cuidado todas las pruebas que tienen, y ellos deciden con libertad de criterio, además, de una forma razonada”. “Yo creo, que poco a poco, se va avanzando mucho en la sensibilización a la hora de valorar las pruebas de los Tribunales”, ha concluido.