La primavera trae flores frescas y un clima más cálido, pero esos cambios estacionales también anuncian el inicio de la temporada de alergias para más 40 millones de estadounidenses, que padecen esta afección de la salud. A medida que prolifera el polen, también lo hacen los estornudos, la picazón y el sonarse la nariz que viene con la fiebre del heno. Y hay un gran culpable: el cambio climático.
La organización sin fines de lucro, “Unión de Científicos Preocupados”, afirmó que el dióxido de carbono – uno de los gases de efecto invernadero que emite la actividad humana que atrapa el calor en el planeta – aumenta la tasa de crecimiento de las plantas. Eso, a su vez, eleva la cantidad y la potencia del polen; según una publicación de Business Insider.
Además, el aumento de las temperaturas, causado por el aumento de los niveles de dióxido de carbono, alarga las temporadas de crecimiento de las plantas productoras de polen. Eso, por supuesto, también extiende la temporada de alergias. Las temperaturas más altas también pueden llevar a las plantas individuales a producir más polen y pueden expandir los rangos geográficos de este tipo de vegetación.
El calentamiento global y las largas temporadas de alergias
El aumento de las emisiones de carbono está haciendo que aumente la temperatura promedio de la superficie del planeta. El agua, como la mayoría de las cosas, se expande cuando se calienta, razón por la cual los niveles del mar están subiendo. De acuerdo con la Fundación de Asma y Alergia de América, AAFA, estas temperaturas más altas extendieron la temporada de polen en EEUU.
Isabella Annesi-Maesano, directora del Instituto Francés de Salud e Investigación Médica, dijo a Business Insider que este calentamiento es la razón por la que estamos viendo un "inicio temprano de la temporada de polen". Un estudio reciente publicado en The Lancet analizó la duración de la temporada de polen y la cantidad de polen por planta en 17 lugares del hemisferio norte. Según los datos, que se recopilaron durante 26 años, el 70% de los lugares experimentaron aumentos en la cantidad total de polen circulante por temporada de crecimiento. En el 65% de los puntos, la temporada de polen se alargó, debido a un "aumento continuo de temperaturas extremas", informaron los autores.
Más polen y alérgicos
Lewis Ziska, autor principal de ese estudio, trabaja como ecologista de malezas en el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. Le contó a la Unión de Científicos Preocupados sobre otro problema de alergia relacionado con el clima: las plantas usan dióxido de carbono para producir alimentos a través de la fotosíntesis, pero el dióxido de carbono adicional en el aire hace que las malezas que propagan el polen e inducen alergias crezcan más rápido que las "plantas útiles" como arroz y trigo "La ambrosía, específicamente, creció más rápido, floreció antes y produjo un polen significativamente mayor", dijo.
El panorama luce desalentador para los alérgicos, porque mientras más polen exista en la atmósfera más serán los episodios de congestión nasal que sufrirán, a esta situación se le agrega otro elemento devastador para este tipo de pacientes: el mortal Coronavirus.