Kiko Rivera está disfrutando del fin del verano, en unas idílicas vacaciones después de haber vivido un año muy polémico. La guerra mediática que se ha desatado con Isabel Pantoja ha terminado pasándole factura al matrimonio. Mientras, el Dj ha decidido en muchas ocasiones alejarse de las redes sociales para cuidar su salud mental, la de Castilleja de la Cuesta ha puesto fin a su etapa en el programa ‘Viva la vida’. Irene no ha soportado estar en el ojo del huracán y no quiere consentir que la acusen de ser el origen de los tensos conflictos entre madre e hijo. Los escándalos no han dejado de ocurrir en los meses recientes y tanto Irene como Kiko se han refugiado en uno de sus destinos preferidos, Huelva. Como cada año, el hermano y la cuñada de Isa Pantoja, al igual que el año pasado, se han vuelto a alojar en On Village, un exclusivo hotel de primera línea, situado en la playa Doñana.
Matalascañas ha vuelto a ser el testigo por excelencia de Kiko Rivera e Irene Rosales y la villa en la cual se han alojado junto a sus dos preciosas hijas, Ana y Carlota, es muy hermosa. Tal y como lo ha afirmado el hijo pequeño de Paquirri, la ubicación es “una maravilla” y ha dicho que ha estado “feliz de la muerte”.
Las encantadoras villas privadas de On Hotel se encuentran situadas en el mar, concretamente sobre la arena. El encantador alojamiento está preparado para albergar a un máximo de seis personas y cuenta con tres dormitorios, un baño, salón, aseo, piscina privada y aparcamiento. Pero uno de los mayores atractivos es la terraza. Un maravilloso espacio al aire libre equipado con tumbonas, sombrillas y un acceso libre a la playa, más cómodo imposible. Su precio es de 750 euros por noche y la familia ha logrado desconectar al máximo.
Tanto Irene como Kiko han dado detalles de lo bien que la pasan en esta costa y han compartido momentos muy especiales, como por ejemplo los espectaculares atardeceres de los que han sido testigos.
Un cambio radical en la vida de Kiko
Kiko Rivera ha perdido a una de las personas más importantes de su vida, a su madre. Su situación con Isabel Pantoja actualmente es muy crítica, pero ha decidido hacer borrón y cuenta nueva. El marido de Irene Rosales se ha centrado en su familia, en su música y en sus proyectos profesionales que están a punto de despegar. El próximo 11 de septiembre se realizará su primer bolo postpandemia en Chipiona y no puede estar más emocionado.
El cambio de actitud del primo de Anabel Pantoja es más que evidente y así lo ha demostrado en su perfil en Instagram: “La risa es la música del alma. Es bonito y necesario ser siempre el mismo allá donde vayas. No cambies por nada ni nadie. Sonríe, ama, vive y disfruta de este regalo llamado vida, porque a la vida hay que hacerle el amor, con locura y mucha pasión”.