Rocío Flores ha comenzado a sorprender al mundo con su trabajo como modelo tras el comienzo de su imponente cambio físico, pero las transformaciones en la vida de la nieta de la Jurado no solamente están abarcando su imagen, sino también su vida laboral y personal.
La joven ha demostrado una gran fuerza y sigue trasladándose constantemente entre Málaga y Madrid para realizar un trabajo televisivo que la está perfilando como una colaboradora muy polémica y su labor como influencer está comenzando a situarla entre las jóvenes más destacadas del país.
Los cambios en Rocío Flores están impactando a la sociedad española, ya no es aquella joven tímida que normalmente huía de la presión de las cámaras. Su cambio radical ha permitido observar que ahora, lejos de esquivar a los fotógrafos, los busca. La nueva imagen de la hija de Rocío Carrasco y Antonio David Flores está siendo plasmada en sesiones de fotos, las cuales son una clara evidencia de su cambio positivo.
A pesar de la guerra mediática desatada por su madre hace meses tras la emisión de la docuserie ‘Rocío, contar la verdad para seguir vida’, Rocío Flores ha demostrado mucha valentía y ha decidido realizar su trabajo, de la mejor forma posible, para sorpresa de muchos. Un ejemplo de este creciente interés se aprecia en la incorporación de un nuevo estilo profesional de sus redes sociales, en las cuales ya no existe rastro de sus fotografías ‘amateur’ de antaño. Un cambio positivo que no solamente la beneficia a nivel físico, sino en el ámbito psicológico porque ha logrado realzar su belleza natural.
La nueva Rocío Flores sorprende
Aquellas fotografías en las redes sociales de ‘Rorra’, como la llamó recientemente Olga Moreno, han sido desplazadas por imágenes con posados ante la lente de un profesional del medio, quien en cada una de ellas busca su mejor ángulo para que la joven luzca casi como una modelo profesional. Un ejemplo de fortaleza emocional que habla mucho del futuro de su carrera, en medio de la tormenta mediática que aún está latente.
Rocío Flores en su trabajo como influencer está mostrando imágenes en las cuales posa con aplomo, seguridad y unas tablas que sorprenden, especialmente quienes conocen su trayectoria desde que era apenas una pequeña.
Los cambios en la vida de la nieta de la Jurado están mostrando a una nueva persona y ahora nada queda de la Rocío huidiza que se pudo ver en el año 2017 cuando acudía a recoger a Gloria Camila tras su periplo en el programa de concursos ‘Supervivientes’. En aquella época era evidente que le costaba mucho ponerse frente a una cámara y, además se escurría de la mano de Jorge Javier Vázquez, quien anhelaba tener una conversación larga con ella. En aquel tiempo, la hija de Antonio David bajaba su mirada, titubeaba y también se escondía muy rápido entre bambalinas.
Ahora es evidente que Rocío Flores ha crecido mucho y lo está demostrando a través de su trabajo profesional, que está mejorando con su nueva imagen. La nueva joven están realizando colaboraciones con marcas de moda, muestra los sorprendentes looks que le hacen llegar y los luce con mucha elegancia y con una profesionalidad comparable con la de Laura Matamoros o Dulceida.
El documental de Rocío Carrasco dejó huellas positivas en el trabajo profesional de su hija
Por otra parte, Rocío Flores ahora está trabajando con un fotógrafo y una manager de talento online, con quienes acuerda los detalles de sus campañas. El trabajo de este equipo ha permitido crear la versión influencer de la joven que acumula, al menos, 780 mil seguidores, una cantidad que se ha incrementado sustancialmente debido al impacto de la docuserie de su madre, Rocío Carrasco.