Rocío Carrasco es un personaje que desata pasiones a lo largo y ancho de toda España. Su relación con sus hijos, o mejor dicho, la falta de relación que tiene con ellos, luego de su traumático divorcio con el ex guardia civil, Antonio David Flores, y la larga lucha por su custodia, que terminó en una paliza y una herida con cuchillo en su mano por parte de su hija, Rocío Flores, tal como quedó asentado en las declaraciones del juicio, y por la que los hechos presentados fueron corroborados por el juez, sigue acaparando, directa o indirectamente, titulares de la prensa del corazón y el cotilleo.
De vez en cuando, un huracán se desata solo porque alguien dijo algo sobre ella. Es que hasta Antonio David sigue viviendo y provocando enfrentamientos con su ex mujer, y aprovecha cualquier posibilidad para ganar dinero vendiendo exclusivas de sus escándalos con relación a ella y su entorno.
Pero ha sido durante este año, 2020, que la hija de “la más grande” ha tenido que enfrentar las más grandes ¿provocaciones? desde su entorno familiar: los Mohedano Jurado, los Flores y, en menor medida, los Cano Jurado. Como se podrá recordar, Rociíto decidió no hacer ningún tipo de comentarios acerca de esos temas. Muchos esperaban que la situación diera un vuelco con la participación de su hija, Rocío Flores, en el programa Supervivientes 2020. En esa misma edición, también participó la actual esposa de su padrastro, José Ortega Cano, Ana María Aldón.
Rocío Carrasco debe ser respetada, afirmó Ana María Aldón.
Fue este miércoles, 28 de octubre, que la revista Semana publicó una exclusiva con el matrimonio Cano Aldón. La pareja le abrió sus puertas a los reporteros y, en una entrevista que abarcó diferentes temas, que incluyen el Auto de Juicio de la finalista de “Supervivientes” con el diseñador de sus vestidos de novia, Emilio Salinas, su paso por Cayo Cochinos en Honduras, y la guerra sin fin que tiene su marido con Rocío Carrasco.
Sobre esto último, Ana María sorprendió a muchos con su declaración. Sin ningún tapujo afirmó que “si Rocío Carrasco quiere vivir de una determinada manera, hay que respetarla. Ella es dueña de su vida. Yo no la conozco de nada, ¿quién soy yo para juzgar qué?”. Aldón es una persona bastante ecuánime y que muestra mucha tolerancia. Ella, en su paso por Honduras, demostró que le gusta evitar el conflicto a como dé lugar, aunque sí es capaz de “sacar las garras” por su familia. Es por ello que sorprende que Rocío Carrasco haya encontrada una aliada, o al menos alguien bastante conciliador, dentro de la parte de su familia con la que tiene conflictos.
[Sumario]
Para entender más su posición, citamos otra parte de la exclusiva que podría aclararlo todo. Durante la entrevista recordó la actitud de Rocío Flores mientras estuvo en Cayo Cochinos, donde desde el principio de la edición de Supervivientes, no dejó de hacer un llamado a la reconciliación con su madre (aunque mucha gente calificó esa actitud como un montaje ideado por su padre para seguir haciendo caja de Rociíto). “Cuando ves una persona así, quieres abrazarla”, dijo, y también concedió que “si viera a la madre llorar (porque la madre también llorará, supongo) y me preguntaras, te diría que también me da pena”.