Javier Escobar, ex modelo y popular relaciones públicas en la década de los años 90, ha muerto a los 66 años de edad en su domicilio de Barcelona de un ataque al corazón, según el diario El Mundo. Fue el martes cuando las fuerzas de seguridad encontraron su cuerpo sin vida en su casa de la capital catalana tras varios días sin que sus conocidos supieran nada de él. Durante ese tiempo, el conserje del edificio donde vivía no le vio salir. Tampoco contestaba al timbre de su puerta. El fallecido se adentró hace tiempo en el mundo de las drogas y, desde entonces, su existencia cambió. Entró en varias ocasiones en 'Proyecto Hombre' en Mallorca para intentar desengancharse de ellas.
Escobar inició su carrera como modelo con 20 años y tuvo el honor de ser el primer español en participar en una campaña del prestigioso diseñador Giorgio Armani, al que conoció en Ibiza en 1979. De una belleza, elegancia y estatura sin parangón, enseguida se convirtió en el maniquí de cabecera del modista italiano. Desde Milán saltó a París y Nueva York, alzándose como uno de los modelos más cotizados de la época y el que allanó el camino a Andrés Velencoso o Jon Kortajarena. Entre pasarelas y bambalinas conoció a su pareja y socio empresarial, el también modelo Egidio Ghezzi.
Después decidió volver a Barcelona para tomar un nuevo rumbo profesional. En la Ciudad Condal creó Buque Studio, la primera gran agencia española de relaciones públicas y comunicación vinculada a la moda, con la que consiguió el éxito. Javier Escobar se dedicó a innovar en eventos sociales, presentaciones de libros y fiestas. Fue un relaciones públicas que cambió la forma de organizar este tipo de actos, sobre todo en Madrid. Estaba considerado el primer gran profesional que potenció la moda española gracias a las pasarelas Cibeles y Gaudí, y fue el artífice de la puesta en escena de la ceremonia de inauguración de las Olimpiadas de 1992.
Reunía sin problemas a 'top models' como Naomi Campbell, Cindy Crawford o Claudia Schiffer, con la que compartía una gran amistad. Su relación con la Familia Real española siempre fue de lo más estrecha, tanto que se llevó unas flores del ramo de novia de doña Letizia del sitial en el que se colocaron en la Catedral de la Almudena el día de su boda los actuales Reyes de España. Con los monarcas eméritos también tuvo un trato muy cercano. Incluso logró que doña Sofía presidiera uno de sus desfiles. Cuando don Juan Carlos se enteró de su problema con las drogas, le invitó a participar en unas regatas. Según algunos medios, tras la última recaída y recuperación, Javier Escobar tenía previsto volver a Madrid y retomar algunos proyectos.