El otoño ha llegado y de su mano parece que todos empezamos a cambiar los platos fríos y ligeros por los platos de cuchara en busca de alguna reservas para el invierno que asoma en el calendario.
Algo que muchos de los seguidores y detractores de Belén Esteban cree ha empezado a hacer ya la colaboradora de Sálvame a raíz de su última publicación en las redes sociales.
Una foto en la que se ve de escapada a la de San Blas junto a su marido Miguel Marcos y en la que se aprecia una Esteban bastante más natural que la que cada tarde vemos en Sálvame.
Tal es la diferencia visible entre la persona que se esconde tras el maquillaje y el estilsmo de Telecinco y la que aparece en las redes sociales que muchos se han sorprendido sobremanera de algunas de las diferencias.
Concretamente son dos las que más se están comentando en los perfiles oficiales en redes de la ex mujer de Jesulín de Ubrique: nos referimos a la papada y el trasero.
En cuanto a la primera, ya sin maquillaje y como consecuencia de ese aumento de kilos que ella misma confirmaba había cogido tras el verano, se ve cómo asoma una doble barbilla que se exitiende por ambos lados del cuello hasta el punto de verse en una toma relativamente lejana como la de la imagen de marras.
En relación a las posaderas, ha bastado que la rubia más famosa de España haya dejado de utilizar los vestidos holgados y las túnicas con las que le visten en la cadena de Fuencarral para, a través de un trasero, dejar claro que su punto débil de almacenamiento de grasas es el trasero.
Tal y como algunos de sus followers han apuntado a raíz de la publicación de la imagen, seguro que se apreciarían muchos más cambios de haberse realizado un plano corto, ya que en las últimas apariciones en Sálvame se ha podido ver cómo asomaban unas patas de gallo incipientes, además de ciertas manchas en la piel como consecuencia del paso del tiempo.
Y es que no se nos puede olvidar que, por mucho que se cuide y por muchos tratamientos a los que se someta, guste o no, Belén Esteban está a apenas un mes de cumplir 47 años. Una edad en la que, salvo muchísimo quirófano y una genética envidiable, todos empiezan a mostrar que el paso del tiempo también les afecta a ello.
Veremos cómo lo lleva la copresentadora del espacio de corazón decano de la televisión española. Si lo lleva mal, ella que puede, podrá arreglarlo con un poco de chapa y pintura. Dicho esto, desde aquí nos parece que la Esteban está divina para su edad y que las curvas le sientan de maravilla. A disfrutar de la vida, que son dos días.