La actriz y presentadora Ana Obregón está viviendo con una angustia añadida la pandemia del coronavirus. Y es que su hijo, Álex Lequio, enfermo de cáncer desde hace ya dos años, tuvo que ser ingresado de nuevo en abril en un centro hospitalario.
Y allí sigue. Esta vez se encuentra en una clínica de Barcelona. Su madre no se separa de él ni un momento. El joven está siendo sometido a un nuevo tratamiento de quimioterapia. A ello se añade la preocupación de que alguno de los dos se infecte por la Covid-19.
Pero nada detiene a madre e hijo en su dura lucha contra el cáncer, ni siquiera el hecho de que los centros hospitalarios sean ahora zonas sensibles debido a la crisis sanitaria. Además, desde hace unos días no están solos, el padre de Álex, Alessandro Lequio, y su novia, Carolina Monje, también se han trasladado a la capital catalana.
Según varias informaciones, Lequio Jr. llevaría casi dos meses ingresado y tiene que ser trasladado desde la sala de tratamientos a su habitación en silla de ruedas. Álex, siempre positivo, se ha referido desde el principio a su enfermedad como "un resfiado muy puñetero".
Obregón asegura que "está todo bien", aunque no parece muy dispuesta a hablar con la prensa, ya que al ser preguntada por la agencia Europa Press, se subió nerviosa y con premura a un taxi. Según Semana, la bióloga aplaude cada tarde a las 20:00 horas a los profesionales sanitarios que hacen frente al coronavirus. Lo hace desde el balcón de la habitación de Álex, en ocasiones acompañada de su nuera.