A punto de cumplirse veinte años de la emisión del primer Gran Hermano en España, que Telecinco comenzó vendiendo como «un experimento sociológico», la marca se enfrenta a uno de los mayores escándalos: una presunta violación entre las paredes de Guadalix de la Sierra. Ocurrió en GH Revolution, uno de los formatos que han ido saliendo del reality original, en el que entraron personas anónimas. A partir de ahí ha habido además reencuentros y ediciones de famosos (lo que mejor le funciona en este momento a Mediaset). Los hechos que podrían empañar para siempre la trayectoria del concurso de telerrealidad en España se remontan a noviembre del año 2017, cuando tras una fiesta en la que les proporcionaron alcohol a los concursantes, Gran Hermano sacó a José María de la casa de forma fulminante debido a «una conducta intolerable». Pese a la falta de explicaciones del programa, los seguidores intuían que algo había ocurrido ya que también decidieron sacar de la casa a Carlota, la otra concursante implicada. Los que habían visto algunas imágenes de la emisión en directo 24 horas comenzaron a construir un relato que más tarde completaría la dirección del programa, denunciando en la comisaría de Colmenar Viejo a Jose María por abusar sexualmente de Carlota dentro del programa. De José María poco más se supo, pero Carlota inició al salir de Guadalix una batalla legal que aún continua.
Casi dos años después, la jueza que lleva el caso ha dado por terminada la instrucción, lo que abre la puerta a que José María pueda ser juzgado por un delito de abuso sexual, según apunta El Confidencial, que ha tenido acceso al auto. En ese documento se recoge que la joven estaba tumbada «sin apenas moverse, boca arriba, con los ojos cerrados desde que se metió en la cama» y que José María «habría realizado movimientos bajo el edredón que aparentemente pudieran consistir en penetraciones».
La defensa del concursante murciano basa su inocencia en que si realmente hubiese ocurrido lo que se denuncia, el personal que vigila durante todo el día y las decenas de cámaras y micrófonos que recogen lo que allí ocurre, habrían intervenido y no lo habrían permitido. Se defiende asegurando que eran pareja dentro de la casa, algo que Carlota niega, y que cuando ocurrieron los hechos se estaban «restregando» uno con el otro, pero en ningún momento reconoce la presunta agresión sexual. Su declaración no habría convencido a la jueza, que señala en el auto que el hombre «cae en contradicciones» y ha seguido adelante con el proceso para que sea juzgado por abuso sexual.
Carlota regresó a Guadalix días después de su salida y confirmó ante las cámaras la presunta agresión, aunque en aquel momento aún no había decidido denunciar.
José María / Carlota – Fragmento recortado y ampliado a la mejor calidad posible. pic.twitter.com/iZpZ93el5p
— GHReplay (@GHReplay) November 8, 2017
Las imágenes emitidas por «GH Revolution»
En aquel momento, tras estallar la polémica, los espectadores comenzaron a indagar y Gran Hermano terminó dando explicaciones. Los días posteriores a la salida de la pareja, empezó a circular por las redes sociales un vídeo que pertenecería a la noche en la que habría ocurrido el supuesto abuso sexual en Gran Hermano. En él, se puede ver al fondo a José María y Carlota en una actitud agresiva. Aunque no se les ve la cara y las imágenes son muy borrosas, parece que Carlota no se encuentra demasiado bien. Además de José María, junto a ella está durante un momento otra concursante que se sienta a su lado en el sofá. Primero se ve a José María colocándole el pantalón y la sudadera. Luego, llega otra concursante de la casa, que se sienta unos segundos y después se va. A continuación José María intenta convencer a Carlota de que se levante y se ve lo que parece un forcejeo y hasta un manotazo de ella. La última imagen de la pareja es ya de pie, como yéndose a otra habitación.