Lo que está pasando en esta edición de ‘Supervivientes’ supera todo lo imaginable. Nunca ha sucedido algo así y pese a la audiencia es casi seguro que nunca volverá a suceder. Se han cruzado todos los límites, se han saltado todas las reglas y lo peor, esa audiencia millonaria sabe ahora que todo es de cartón piedra y más falso que un euro de madera.
Los cocos, almendras e incluso peces, son colocados estratégicamente para que los modernos robinsones los encuentren, suceden cosas detrás de las cámaras que ya no hacen creíble el formato, los jueves antes de la gala, hay reunión con psicólogos y miembros del programa y se dictan directrices. Todo empieza a oler a rancio y a manipulación extrema. ¿Hay que dar show como sea?
Es lo que han comenzado a contar personajes bocachancla en el reality (Pantoja, lo dejó claro con el asunto de la lata que le había dado la organización, Dakota también) y ex concursantes cansados de que este año se hayan rebasado los límites en loor de la tonadillera, esa mujer (que dice Dakota) está sufriendo como nadie, con su pelo arreglado y su manicura bien hecha.
Isabel Pantoja es la ‘madrina’ de Honduras
Todo lo que se había contado de ella por parte de ex empleados, ex amigas y ex en general, ha resultado cierto. Ella hace y deshace a su antojo, manipula y compra voluntades.
Lo sabe bien Dakota, la que se quejaba de los privilegios de la tonadillera y ayer en su alegato decía que no se podía ir porque tenía que ayudar a Pantoja, así como quien no quiere la cosa avisaba a las fans de la tonadillera de que debían votar para salvarla.
Pero la ‘madrina’ se aburre en Honduras y su estrategia está en llegar a la final con Dakota y Omar, tan poco supervivientes como ella misma e incapaces de hacerle sombra, con lo que su triunfo final estaría cantado. Lo tiene todo calculado, pero su prepotencia no soporta que no se le rinda pleitesía hasta el límite.
Por eso la hemos visto rebelarse contra Omar apodado ya ‘el tibio’ o ‘el bienqueda’ que a pesar de haberse interpuesto físicamente entre ella y Albert en la palapa en un intento de minimizar la bronca y de hacerle de felpudo, lo único que ha conseguido es ser amenazado al más puro estilo cañí: ‘tú tranquilo, ya te cogerá mi hijo allí’.
Siempre amenazando y encima diciendo que no hay ningún vídeo de ella hablando mal de Mónica o Albert. Le falla la memoria, debe ser que le falta proteína, a ver si la organización le da otra lata.