Un Kiko Rivera cabizbajo se encaminaba hacia el ‘confesionario’ tras ser requerido por el ‘Súper’ y allí se reencontraba con su mujer Irene Rosales, fundiéndose ambos en un gran abrazo seguido de muchos besos.
A ambos se les dejaba un momento de intimidad, mientras Jordi en el plató junto con todos los colaboradores entre los que se encontraba la prima de Kiko, Anabel Pantoja, mostraban su alegría por el regreso de la concursante, que fue la primera salvada de las nominaciones el pasado martes.
Pudo haber sido la nueva ‘Verdeliss’
A pesar de que Irene al comienzo del reality aseguraba no querer tener más hijos de momento, ya que a las dos hijas que tiene con Kiko hay que añadir el hijo que el DJ tuvo con su anterior pareja y que es su primogénito. Todo ello unido a problemas financieros y de salud de Kiko, hacía que ella no estuviese por la labor de ser madre de nuevo.
Pero por lo visto la pareja no pone los medios necesarios para evitar un embarazo no deseado, e Irene desgraciadamente, no solo estaba embarazada, sino que ha tenido que pasar por el penoso trance de sufrir un aborto espontáneo dentro de la casa.
Ella insistió ayer en contarlo, aunque Jordi González le dijo que no era necesario pero que en todo caso era su decisión. Con total naturalidad, Irene compartió con sus compañeros y con los espectadores la causa de su ingreso hospitalario, un aborto natural.
Seguramente los nervios por la situación le hicieron afirmar que era un embarazo de solo dos semanas y Jordi tuvo que corregirla, en el sentido de que al menos debía ser de tres semanas que es lo que llevan dentro de la casa, ya que en este tiempo y tal y como ella aseguró antes de entrar a la casa, no ha habido edredoning.
No hay duda de que el reality hubiese dado un vuelco estando Irene Rosales y Kiko Rivera ‘embarazados’, pero no ha podido ser. Ahora queda recuperarse y durante una semana por consejo del médico, no podrá realizar tareas pesadas, lo que seguro que sus compañeros comprenderán cubriendo su baja sin problemas.