Ayer se pudo ver la nueva entrega del docu reality “Las Campos” en su periplo chileno, en búsqueda de las raíces familiares del novio de Teresa Campos, Edmundo “Bigote” Arrocet. Ya de entrada hay que decir que la audiencia fue mala, 10,5% unas 4 décimas menos que la semana anterior y bajando.
Los comentarios en las redes sociales eran unánimes: el episodio era un mazacote de difícil digestión. Las hijas en su línea de zafiedad y mala educación, Edmundo abrazando a diestro y siniestro a todos aquellos que producción le ponía por delante, diciendo lo mucho que lo admiraban y Teresa poniendo cara de circunstancias.
Era una situación muy ridícula, porque que a estas alturas ese reconocimiento a alguien que hace décadas que no vive en Chile es harto improbable, pero son cosas del show.
Su archisabida querencia por la dictadura chilena se silenció, pero siempre hay quien tira de hemeroteca.
#LasCamposChile Se puede tener menos vergüenza q Bigote borrandose de defender a Allende y la democracia como estaba haciendo María Teresa,quien calla otorga y ya se sabía de q palo iba pic.twitter.com/lrn07G3FD4
— Alpina (@amukike) 21 d’agost de 2018
Edmundo las llevó al colegio donde estudiaba en horario nocturno y donde se dormía, ya que trabajaba de día. Esa es la brillante explicación que da ahora de su afición a estar todo el tiempo posible en posición horizontal. Claro que si hacemos memoria, hace un tiempo contaba algo un poco diferente.
La audiencia seguía imparable mostrando su descontento.
Que aburrimiento de programa,es una pena ver para lo que ha quedado la Campos…una retirada a tiempo hubiera sido más digna #LasCamposChile
— Merchi (@MMerchi1975) 21 d’agost de 2018
Mi pregunta es: ¿las Campos son catetas o se lo hacen? Porque si realmente se lo hacen lo bordan.#LasCamposChile
— La bella Betty (@ThebeautyBetty) 21 d’agost de 2018
Me da muchísima pena como ha acabado Maria Teresa Campos la verdad. Su tiempo ha pasado, hay que dejar paso a generaciones futuras, es así… #LasCamposChile #LasCampos
— A L B A (@Albadg98) 22 d’agost de 2018
Un momento triste fue cuando Teresa Campos confesaba a Peti, la hermana de Edmundo, que sí le han quedado secuelas a consecuencia de su ictus: “Los mareos se me han quedado. A veces, ellos se creen que yo soy como ellos, pero no lo soy”. Una confesión sorprendente ya que ella sigue empecinada en no retirarse y en que Telecinco cumpla su promesa de hacerle un programa a su medida.
Las hermanas Campos siguen sin aguantar a Edmundo
Se desplazaron todos hasta Viña del Mar, donde Edmundo cosechó grandes éxitos en una época lejana. A Teresa no le gustó Viña del Mar y a sus hijas lo que no les gustó fue estar tantas horas junto a "Bigote", escuchando sus batallitas y sus frases jocosas que solo le hacen gracia a él.
Carmen, tan diplomática como siempre, no dudó ni un momento en dar su opinión: “No estamos acostumbradas a estar todo el día con Edmundo y te cansa un poco”. Por si no estaba suficientemente claro.
Terelu y Carmen ningunean a su madre
Edmundo, Teresa y sus hijas, se disponían a comer con la hija de él, María Gabriela, pero llegó el bombazo en forma de llamada telefónica que contestó Carmen. La productora les comunicaba que su ‘hermanastra’ se negaba a comer con ellas y ni siquiera quería verlas en la sobremesa.
Normal, sabiendo que ambas no soportan a su padre, quién querría comer con ellas y hacer el paripé. María Gabriela demostró así estar enterada de todo.
Carmen y Terelu ponían el grito en el cielo y decidían no contarle nada a su madre con la excusa de no darle el disgusto. Se inventaron una grabación y no aparecieron por la comida.
Pero Teresa, ignorante del hecho, no cesaba de decirle a María Gabriela lo mucho que sus hijas ansiaban conocerla y que seguro que para el café ya habían acabado lo que tenían que hacer. La cara de la hija de Edmundo era un poema, pero Teresa seguía a lo suyo sin darse por aludida.
La mentira que deja a Teresa en ridículo
Hay que recordar que los capítulos de esta serie se rodaron hace meses y que ya entonces se comentó el incidente de la comida por parte de los compañeros de LOOK, que tenían muy bien contrastada la información.
En aquel momento, una Teresa Campos ignorante de la situación, montó en cólera desmintiéndolos de forma airada: “Eso es una mentira como una casa y ya estamos hasta las narices de esas mentiras. Me parece alucinante, no se puede vivir de rumores ni de insidias. Hay que hacer periodismo y hay que ir a la fuente y, en este caso, la fuente soy yo. ¡Eso es una maldad! “.
¿Pero como se les ocurrió a las hijas no contarle la verdad a su madre al regresar a España dejándola lanzar unas acusaciones, que ahora una vez visionado el capítulo, la dejan totalmente en ridículo?
¿Se disculpará Teresa? “Las Campos” siguen su camino descendente al mismo ritmo que la reputación de sus protagonistas, a quienes las redes sociales en masa abuchean. A Vasile, la venganza le ha salido redonda.