El sábado pasado la cuenta de Twitter de Elon Musk incendiaba la mecha de una carga exploxiva. Entre el bulo, la broma y la absoluta seriedad ha trascurrido la noticia de que está pensando, “muy seriamente”, montar su propia fábrica de deliciosas “Candy“. Entre las cosas que tuiteo dijo literalmente: que es “súper, súper serio” su idea sobre comenzar su propia empresa de dulces. “Va a ser increíble”, llegó a escribir Musk.
I’m starting a candy company & it’s going to be amazing
— Elon Musk (@elonmusk) 5 de mayo de 2018
Entre los nombres que le propusieron para la nueva empresa ninguno fue del agrado de Musk, el dueño de TESLA, que prefirió sugerir él mismo el nombre: “Cryptocandy”, tuiteó Musk. Desde luego, aunque sea un deliciosa broma (o no), el nombre de la empresa de dulces Elon Musk tiene bastante gracia. Todo parece un pique de multimillonarios, pues estos dulces comentarios empezaron con la ya habitual pelea mediática con Warren Buffett.
Buffett, otro millonario dedicado a la inversión con “particularidades”, es propietario de la See’s Candy y es conocida la fama de retador de Musk, que a una insinuación de Buffett comentando que no veía al millonario que aspira a vivir en Marte en el sector de la golosina, porque no es una inversión “tecnológica”, Musk aceptó el reto y comenzó su particular campaña mediática en sus redes.
Veremos si esta bravuconada entre grandes inversores acaba por construir la soñada fábrica de dulces por el extravagante Willy Wonka… ya se sabe, dios los cria y ellos se juntan.