Unas pocas letras son las que separan los dos nombres de pila de los Musk. Padre e hijo unidos por su espíritu aventurero y por la rareza de sus vidas, marcadas por unas personalidades difíciles de definir y su tendencia a la extravagancia. ¿La última? El padre, Errol Musk, ha tenido un hijo con su hijastra, 40 años menor que él.
Parece que la historia de Woody Allen, que se enamoró de su hijastra, la hija que había adoptado Mia Farrow, se ha repetido con el padre Musk. Al parecer, la niña tenía 4 años cuando Errol se casó con su madre y siempre se había criado lejos de él; esta es la razón por la que asegura que nunca la vio como si fuera su hija. Errol y Heidi, madre de su hijastra, estuvieron 18 años casados y tuvieron 2 hijos juntos antes de que decidiera divorciarse. El reencuentro entre el ingeniero y su hijastra se produjo cuando ambos estaban solos y, según palabras de Errol, en ese momento los dos estaban perdidos. Tanto es así, que el señor Musk ha tildado el encuentro de padrastro e hijastra como algo místico, llegando a decir que “estaba dentro del plan de Dios”. Planeado o no por las estrellas, lo cierto es que Errol Musk de 72 años es padre de su nietastro y que lo ha tenido con su hijastra Jana de 30, de la que dice que es una madre maravillosa. Ahora, el padre del tecnólogo ayuda a Jana a mantener al niño pero no vive con ellos.
La relación del Musk padre con su hijo Elon no podía estar más distanciada. La noticia de la nueva paternidad de Errol ha sentado como una jarra de agua fría al resto de sus hijos, algunos incluso lo tildaron de “loco y mentalmente enfermo”. Por su lado, Elon Musk confesó en una entrevista a la revista Rolling Stone en el 2017, que al principio de la separación de sus padres se compadeció de su padre y se fue a vivir con él, pero que al poco tiempo se dio cuenta de que era una persona horrible. Además, confesó a Neil Strauss, el periodista que lo entrevistó, que “casi todas las cosas horribles que puedas imaginar él las ha hecho”. Por otro lado, en su biografía escrita por Ashlee Vance, este visionario para los negocios señala que su padre es bueno haciendo la vida miserable a los demás y que nunca ha sido un hombre feliz.
Pero las relaciones con su padre no son las únicas que cojean en la vida del magnate: a su vida sentimental le está costando mantenerse a flote. Elon Musk conoció a su primera mujer, la escritora Justine Wilson, cuando iban a la universidad pero dejaron de tener contacto durante un tiempo. Como su padre diría, estaba en el plan de Dios el volverse a encontrar y, por eso, años después se produjo el reencuentro.
Musk, que ya había comenzado a dar sus primeros pinitos en los negocios, la conquistó ofreciéndole su tarjeta de crédito a Wilson, que por aquel entonces estaba comenzando su carrera como escritora, para que se comprara todos los libros que quisiera. Tras 8 años de casados y de haber tenido 6 hijos, se divorciaron en 2008 después de una relación tumultuosa que Wilson no ha tenido ningún problema en airear por internet.
Su segundo matrimonio le costó 12.209 millones de dólares después de divorciarse de la que fue su segunda mujer Talulah Riley. También fue una relación llena de altibajos en la que hubo espacio para casarse y divorciarse dos veces en unos años en los que las dos mujeres de Musk, Wilson y Riley, tuvieron tiempo de hacerse amigas. Este segundo divorcio, sin embargo, dejó las miserias en casa y todo fue de lo más amistoso.
La última conquista sonada de Musk fue Amber Heard, que justo antes de encontrarse con el empresario acababa de poner fin a la relación tormentosa que tuvo con el actor Johnny Depp. Después de menos de un año de relación fue ella la que se encargó de terminarla, tal y como se encargó de contar Musk a los medios mientras se ofrecía como soltero de oro y se quejaba de lo infeliz que se sentía por estar solo.
Sin duda, el gran pilar de Musk es su madre Maye Musk, una modelo de 70 años que no piensa retirarse de las pasarelas y que antes de que su hijo alcanzara la fama ella era la única famosa de la familia.
Si su madre, en la séptima década de vida, es una de las modelos más cotizadas y no tiene intención alguna de dejar de serlo, no es de extrañar que su hijo haya sido criado pensando en que todo es posible. Quizá es por esto que, a pesar del desastre de su vida emocional, la vida profesional de Musk no se resiente y su fortuna, según Forbes, se situó en los 15.500 millones de dólares en el 2017.
La historia de Elon Musk en los negocios es la de un visionario. Todo empezó cofundando X.com, la compañía que más tarde se llamaría Paypal y que ha crecido con internet ayudando a la aparición de nuevas formas de vida: lo que antes parecía imposible ahora nos resulta de lo más cotidiano, como poder comprar por internet sin usar la tarjeta de crédito o que nuestro ocio haya cambiado jugando en un casino con paypal en casa o alquilando una película introduciendo solo nuestro correo electrónico.
Musk lo vio claro y apostó por esta nueva forma de pago hasta que la vendió a eBay por 1.500 millones. Este ingreso de dinero dio alas a la imaginación de Musk para pensar en enviar un cohete a Marte; con este pensamiento creó la compañía SpaceX. Con Tesla revolucionó el mundo del automóvil y el visionario se ha atrevido a decir que en unos años podremos ir en coche sin coste alguno, solo gracias a la luz del sol. El último pensamiento de este amante de la tecnología está puesto en Marte y en su intención de colonizarlo porque su deseo es morir en el planeta rojo. Ya ha anunciado un primer viaje en el 2022 para 100 personas y su plan de construir una ciudad allí que fuera autosostenible. Así que, tal y como se ha desarrollado su vida hasta ahora, no es de extrañar que a pesar de ser una idea de lo más excéntrica es muy posible que, finalmente, todos los sueños de Elon acaben por ser realidad.