Los líderes mundiales han expresado su preocupación por el lenguaje belicista que emana de Corea del Norte y Estados Unidos, pero también han apoyado al presidente Trump, mientras tratan de calmar los temores de sus ciudadanos acerca de una guerra nuclear en la Península Coreana.

“Estoy convencido de que una escalada verbal no contribuirá a la resolución del conflicto”, dijo a los periodistas en Berlín la canciller alemana Angela Merkel. “Y tampoco veo ninguna resolución militar al conflicto”.

Rusia

El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergey V. Lavrov, dijo que Moscú estaba “muy alarmada” al hablar de la acción militar preventiva de Estados Unidos. “Desafortunadamente, la retórica en Washington y Pyongyang está empezando a sobrepasar el límite”, dijo Lavrov. “Todavía esperamos y creemos que prevalecerá el sentido común”.

Entre los aliados de Estados Unidos, Australia fue quizás el más decisivo en denunciar el programa de armas de Corea del Norte.

“Estamos hombro con hombro con Estados Unidos”, dijo Malcolm Turnbull, primer ministro australiano, en un comunicado, añadiendo que Australia y Estados Unidos “se pusieron al día”.

Los líderes europeos, cuyas vacaciones de verano ya habían sido interrumpidas por la incertidumbre política, y que habitualmente están ocupados por la amenaza de una Rusia resurgente, se centraron en la Península Coreana.

Alemania

Merkel dijo que la diplomacia era la única salida a la crisis. Ella no señaló a Trump, con quien ha tenido una relación fría, por las críticas, pero dejó en claro que su lenguaje no era útil.

“Alemania estará intensamente involucrada en cualquier posible solución no militar, pero considero que una escalada verbal es la respuesta equivocada”, dijo.

El Ministerio de Defensa de Rusia negó ayer afirmaciones de medios de comunicación sobre que las unidades de defensa aérea en el Lejano Oriente ruso habían sido colocadas en alerta máxima. Rusia comparte una pequeña frontera con Corea del Norte, cerca de Vladivostok, una ciudad portuaria del Pacífico. El ministro de Asuntos Exteriores, Lavrov, dijo que Moscú estaba “muy preocupada” por declaraciones incendiarias entre Washington y Pyongyang.

“Hablar de la necesidad de lanzar un misil preventivo en Corea del Norte, la conversación de Pyongyang sobre la necesidad de lanzar un misil en la isla de Guam en la base militar estadounidense, esto ha sido continuo, y estamos muy preocupados por ello”, dijo Lavrov dijo.

Afirmó que Rusia, que el pasado fin de semana se unió a Estados Unidos y China en la votación en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para nuevas y severas sanciones contra Pyongyang, no aceptó a Corea del Norte como una potencia nuclear. Pero dijo que corresponde a Estados Unidos, como el país más poderoso, dar el primer paso.

“Creo que cuando se trata de una pelea, el que es más fuerte y más inteligente debe dar el primer paso para alejarse de la línea peligrosa”, dijo Lavrov. Kim Jong-un congela cualquier prueba nuclear, cualquier lanzamiento de misiles balísticos, mientras que Estados Unidos y Corea del Sur congelan ejercicios militares a gran escala, los cuales son constantemente utilizados Por Corea del Norte como excusa para realizar pruebas”.

Expertos

Los expertos rusos temen que, aunque es poco probable que Estados Unidos lance un ataque militar total contra Corea del Norte, podría lanzar un misil. Esto, advirtió Vladimir I. Batyuk, del Instituto de Estudios Estadounidenses y Canadienses en Moscú, rompería el frente unido que Rusia, China y Estados Unidos mostraron en el voto de sanciones en Naciones Unidas.

“Si los estadounidenses aplican la fuerza militar contra la RPDC, obviamente perderán cualquier apoyo político que Moscú y Beijing hayan proporcionado hasta ahora a la política estadounidense hacia Corea del Norte”, dijo Batyuk a Kommersant, un periódico ruso, República de Corea, el nombre formal de Corea del Norte.

Vladimir Frolov, un especialista independiente en política exterior, contrastó la respuesta “pasiva” de Rusia con el riesgo de una guerra nuclear cerca de su frontera oriental con la “hiperactiva diplomacia rusa sobre Siria y Ucrania”.

Frolov escribió en la ‘República’, una revista online rusa, quejándose de que Moscú estaba dejando a China y Estados Unidos calmar un grave peligro en su propia frontera. El enfoque “funciona por ahora, pero no es una muy buena estrategia para el liderazgo ruso”, dijo.

Francia y Gran Bretaña

Los líderes de Francia, el aliado más antiguo de Estados Unidos, y Gran Bretaña, el aliado más cercano de Estados Unidos, no ofrecieron nuevos comentarios sobre las tensiones, pero Jeremy Corbyn, líder de extrema izquierda del Partido Laborista en Gran Bretaña, dijo que la guerra sería catastrófica.

“La idea de que cualquiera pueda contemplar el uso de armas nucleares en cualquier etapa contra cualquier persona es impensable”, dijo Corbyn, quien ha defendido que Gran Bretaña renuncie a sus armas nucleares, dijo Sky News. “No existe tal cosa como eso de ataque nuclear aislado. Matará a millones a ambos lados de la frontera coreana y, por supuesto, en países vecinos”.

Damian Green, el primer secretario de Estado de Gran Bretaña, dijo durante una visita a Escocia que “la forma sensata de que la gente proceda es trabajar a través del proceso de Naciones Unidas”. Y añadió: “Eso es lo que el gobierno británico ha estado apoyando y seguirá apoyando”.

Varios aliados de Estados Unidos, al mismo tiempo que expresaron consternación por el agresivo lenguaje, dijeron que Washington estaba haciendo lo correcto al condenar el programa de armas de Corea del Norte.

Dinamarca

“La sociedad internacional no puede permitir que Corea del Norte desarrolle más su programa de misiles nucleares y balísticos”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Dinamarca, Anders Samuelsen, en un comunicado. “Esto permitiría a Corea del Norte aterrorizar aún más a la región -y más allá-. Obviamente no vamos a aceptar esa amenaza. Debe ser detenido”.

Samuelsen agregó: “Lo que estamos presenciando en este momento es una escalada de la retórica sobre Corea del Norte. Uno podría discutir sobre la elección de las palabras, pero es importante que Corea del Norte acepte que la sociedad internacional se está plantando”.

El ministro de Relaciones Exteriores de Nueva Zelanda, Gerry Brownlee, volvió a enfatizar la necesidad de una fuerte respuesta diplomática, diciendo que cualquier acción preventiva sería un error.

“Comprometerse a una respuesta agresiva ahora, al tiempo que alentamos a todos los involucrados a evitar la escalada, no es una posición que queramos tomar”, dijo Brownlee, según informes locales.

Tom Plant, director de proliferación y política nuclear del Instituto Real de Servicios Unidos para Estudios de Defensa y Seguridad, dijo que los expertos europeos estarían generalmente de acuerdo en que “una resolución diplomática es la única solución viable y sensata” a las tensiones.

En privado

Plant dijo que esperaba que, entre bastidores, diplomáticos de ambos lados se reunieran en privado para desactivar la crisis.

“Todavía hay personas muy competentes en el Departamento de Estado y en la Casa Blanca capaces de sugerir y llevar a cabo esa vía de acciones”, dijo Plant, añadiendo que no confiaba en que el propio Trump siguiese ese curso.

Tom Tugendhat, ex oficial del ejército británico y nuevo jefe de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes, comparó la situación con la crisis cubana de 1962.

“Kennedy y Jruschov demostraron que las tensiones nucleares pueden ser desenrolladas por acciones medidas y reflexivas”, dijo Tugendhat a los periodistas. “Espero que Estados Unidos y Corea del Norte trabajen con socios regionales, incluido China, para reducir las tensiones y poner fin a la guerra nuclear”.