Buenos Aires- La semana pasada, al menos dos menores fueron violadas en Argentina. Una en la provincia de Salta y la otra en Mendoza. La última víctima es una niña de 11 años que, tras ser vejada por la pareja de su madre, está embarazada de más de cuatro meses.
La noticia, que ha conmocionado a todo el país, ha reabierto la polémica y el debate sobre el caso de abortos no punibles, ya que Mendoza no está adherida al protocolo nacional. En esta ciudad del oeste de Argentina, para que la niña pudiera interrumpir el embarazo se necesitaría obtener el permiso de un juez.
La historia salió a la luz gracias a una profesora de la escuela que alertó por un mensaje de audio de WhatsApp. En el mensaje explicaba que había recibido cinco nuevos niños que estaban a cargo de su abuela, que vive en condiciones de desamparo y marginalidad. “He recibido en la escuela a cinco niños que están a cargo de su abuela. La mamá está presa porque a la nena de 11 años, que va a sexto grado, fue violada por el novio de su mamá y en estos momentos está con un embarazo de cuatro meses”.
La profesora, además, indicó que los niños, de 1, 6, 8, 11 y 12 años, “no tienen cuadernos, ni ropa, ni bombachitas (ropa interior), ni cartucheras, ni zapatillas, ni nada”.
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La madre y el violador ya están detenidos, y la Justicia penal investiga los hechos para determinar las responsabilidades judiciales. No obstante, los abuelos han decidido no seguir con el proceso judicial para solicitar el aborto y, tal y como ellos mismos han afirmado y decidido, la niña procederá con su embarazo y será madre a pesar de su edad.
A pesar de la decisión de la familia de la niña, se ha reavivado el debate social en el que se pide que se regulen estas situaciones. Los grupos que apoyan la despenalización y legalización del aborto en Argentina solicitan que una mujer que haya sido violada pueda solicitar el aborto con su solo consentimiento apoyado por los médicos, y que se pueda actuar si el embarazo pone en peligro la vida o la salud de la madre.
En Argentina, los abusos sexuales contra los niños y las niñas son más frecuentes de lo que se piensa. Según datos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la nación, que cuenta con un programa especifico de atención a las víctimas de abuso o malos tratos, entre noviembre del 2016 y febrero del 2018, se atendieron más de dos mil casos de niños, niñas y adolescentes víctimas de delitos contra la integridad sexual. En la mitad de los casos, los agresores viven con las víctimas y, en 3 de cada 4 casos, el agresor es un familiar directo o persona de confianza.
