El gobierno de Mariano Rajoy llevaba meses apelando a Ciudadanos para que les apoyaran en los Presupuestos para este año cuando los propusieran en el Congreso.
El partido naranja, como primer paso para dar luz verde al plan económico del Ejecutivo, exigió al PP que Pilar Barreiro abandonara el partido en el Senado; el viernes se anunciaba la noticia. 48 horas después, el domingo por la noche, los dos partidos llegaban a un acuerdo en el que los escaños del partido naranja del Congreso de los Diputados se comprometieron a aceptar los Presupuestos del ministro de hacienda y Función Pública, Cristóbal Montero.
Ya lo anunció el presidente de Ciudadanos en su cuenta de TwitteR:
Vamos a exigir un giro ‘naranja’ en los presupuestos: bajada de impuestos a la clase media trabajadora, más permisos de paternidad y educación 0-3 años, #equiparacionYa policial, y mejores pensiones a quienes no llegan a final de mes, entre otras medidas. https://t.co/aRHHu96tWp
— Albert Rivera (@Albert_Rivera) 24 de marzo de 2018
Los dos partidos comenzaron una negociación del plan económico de España para este año que, en dos días, tuvo sus frutos. Desde el partido naranja se aseguró que veían posible “un pacto antes del martes”.
Algunas de las medidas que quería recoger Ciudadanos en los Presupuestos son: pasar de cuatro a cinco semanas de permiso de paternidad, invertir 500 millones de euros en igualar los salarios entre la Policía Nacional y la Guardia Civil y notable subida de las pensiones.
Solo falta que el Partido Nacionalista Vasco (PNV) dé el visto bueno a unos Presupuestos que dijeron que tenían “que revisar con lupa” y negociar sobre ellos. Si el PNV no los apoyara, Ciudadanos y PP serían minoría en el Congreso y, por lo tanto, no saldrían adelante.
