Si analizamos la palabra hogar, veremos que la palabra proviene del latín hispánico focaris que, a su vez, deriva del latín focus, que significa hoguera. De hecho, hoy en día sigue teniendo ese significado en algunos contextos: el lugar donde se hace la lumbre en las cocinas, chimeneas, etc. Es decir, que el fuego siempre ha estado ligado al bienestar de las viviendas, tanto para cocinar como para calentar las estancias.
Por eso, no es extraño que una de las elecciones clave en una reforma o a la hora de diseñar una vivienda sea la forma usada para calentarla. En este sentido cada vez más cobran popularidad las estufas de leña, dado el gran número de ventajas que tienen frente a otros sistemas como el eléctrico o de gas.
Y es que las estufas son una evolución de las chimeneas de leña. Se trata del mismo concepto pero mucho más eficiente que estas últimas al hacerse en un lugar cerrado. Para que te hagas una idea, las chimeneas de hogar abierto tienen un rendimiento del 15 por ciento. Eso significa que de todo el calor generado, tan sólo el 15 por ciento es usado para calentar la estancia. Sin embargo, las estufas consiguen rendimientos del 80 por ciento del calor producido y, al controlarse la entrada de aire, se puede regular la potencia.
Ventajas
Además de lo anteriormente comentado, las estufas de leña ofrecen diferentes ventajas frente a otras opciones. Por ejemplo, ahorran mucho combustible para conseguir la energía necesaria y la madera es económica que el gas o la electricidad. Así que son más económicas.
Además, la madera es un combustible que se considera neutro ecológicamente hablando por lo que no daña el medio ambiente sino que lo estás protegiendo frente a otras opciones. Eso por no hablar de que son estéticamente muy bonitas y resultonas. Encontrarás en las mejores revistas muchas viviendas de diseño que eligen sus formas para darle un toque distinguido, que mezcla tradición y modernidad en un solo elemento.
Por último, con la gran variedad de marcas y modelos que podemos encontrar actualmente, existen opciones como la de aprovechar el calor de la estufa para colocar en la parte superior un horno con el que cocinar. De esta forma, no sólo calentamos nuestro hogar sino que, además, empleamos ese calor para preparar comidas con un toque maestro. Pizzas a la piedra, brasas para carne y pescado… muchas son las opciones que incorporan estas variantes para cocinar unos platos estupendos.
Algunos inconvenientes
Evidentemente, no todo son ventajas. Existen algunos inconvenientes a tener en cuenta aunque, a nuestro parecer, no representan mayor problema. Pese a que las estufas de leña son rápidas a la hora de calentar una estancia, no es similar a darle a un botón y que comience a funcionar. Además, una vez que están calientes debes tener cuidado con la superficie porque suelen presentar temperaturas bastante elevadas. Si tienes niños, es un elemento que debes proteger para que no lo toquen.
En cualquier caso, creemos que las ventajas superan con diferencia sus puntos más débiles y que, si es una opción que tenías en mente, estamos seguros de que es la acertada. El frío parece que no quiere irse de la península así que es el momento perfecto para hacerte con una.