La pandemia de covid-19 que ha azotado el planeta en el último año ha cambiado nuestro mundo tal y como lo conocíamos, trastocando todos los aspectos de nuestras vidas. Es por ello que, ante la incertidumbre generada por el virus, miles de personas acuden todos los días a videntes y tarotistas para tratar de arrojar algo de luz sobre su futuro más inmediato.
En los últimos años, el tarot, la astrología y los rituales de santería han cobrado gran importancia y se muestran muy activos en nuestro país. Pero es ahora cuando más despuntan, dado que la gente necesita hallar respuestas que no logra por otros medios. De este modo, los profesionales de la adivinación alivian los temores y fortalecen o rescatan la esperanza de miles de personas cada día.
Algunos de los tarotistas, videntes y adivinos consultados por Columna Cero afirman que la pandemia ha hecho crecer el número de personas que desean saber lo que pasará con sus empleos, carreras, finanzas, el amor o la salud.
La vidente Ángela, una de las tarotistas de mayor prestigio en España, que viaja de Barcelona a Madrid todas las semanas para pasar consulta en el Templo Esotérico Nalex de Las Rozas, ha explicado a este medio que ve la lectura del tarot “como una terapia y un aprendizaje para quienes acuden a ella”. Afirma que atiende “a gente de todo tipo”, desde chavales de 18 años que “preguntan por el amor”, hasta “conocidos políticos que buscan consejo”.
Vidente natural desde niña, tarotista y espiritista con 47 años de carrera, Ángela ha pasado consulta en los mejores centros esotéricos y ha salido en varias cadenas de televisión y radio. Así ha podido constatar que “hay mucha gente que necesita apoyo emocional; que necesita ser escuchada”. Y es por eso que “muchas veces hacemos de psicólogos a la par que ejercemos como tarotistas”. De modo que, aunque existen líneas telefónicas de tarot e incluso es posible encontrar aplicaciones informáticas que prometen adivinar el futuro, al final “el trato cara a cara es el que mejor funciona”.
Según explica la vidente, las preguntas claves durante la pandemia son “las relacionadas con el trabajo, el dinero y la salud”. Las personas tienen “muchas dudas sobre lo que va a ocurrir”, así que buscan que alguien “les proporcione un poco de tranquilidad y les ayuden a despejar las brumas del futuro y a aliviar las angustias y frustraciones del presente”.
Y es que, independientemente de si se cree o no en cualquier modalidad de adivinación, el hecho es que “la gente acude a escudriñar el porvenir cuando se siente perdida, angustiada, sin esperanza, atascada o indecisa ante la abrumadora realidad”, recalca Ángela, quien señala que “el tarot es una herramienta, un instrumento que les abre una ventana por la que asomarse a las múltiples posibilidades que tienen, generando así ilusión y esperanza”.
Por su parte, el propietario del Templo Esotérico Nalex, el empresario Nacho Pedrera, señala que esta tienda esotérica de Las Rozas “abrió sus puertas hace poco más de un año”, en febrero de 2020, y a las tres semanas tuvieron que cerrar a causa de la pandemia. Sin embargo, en cuanto volvieron a abrir, “la actividad se disparó y no ha dejado de crecer día tras día”. Prueba de ello es que la tienda empezó con una tarotista y ahora tiene seis.
Pero no todo son consultas de tarot; en la tienda también venden productos esotéricos y religiosos: velas, jabones, hierbas, perfumes, inciensos… “Decenas de personas acuden todas las semanas a nuestra tienda a comprar velas, con las que pedirle a los santos, salud, dinero y trabajo”, señala Pedrera.
El propietario de Nalex considera que “en estos tiempos de pandemia nos hemos vuelto mas espirituales y religiosos”. En su opinión, "hay muchas personas que nunca habían entrado en una tienda esotérica, y que ahora vienen a consultar el tarot frecuentemente, hacen rituales y compran velas para invocar lo mejor: obtener el éxito soñado, alcanzar la protección necesitada o despertar el amor deseado”.
Establecimientos como el Templo Esotérico Nalex son, en estos tiempos de pandemia, “lugares mágicos de sueños y deseos, que prometen abrirnos las puertas del futuro o de nuestro crecimiento personal, mostrándonos el mensaje que nos quiere dar el universo sobre nuestro viaje o proceso personal, y poniendo a nuestro alcance los sueños que la realidad parece querer arrebatarnos”, sentenció Pedrera.