Primero desveló que no abrazó el cristianismo hasta 1991, durante un viaje que hizo a Las Vegas. Luego, que tenía un ángel de la guarda llamado Marcelo que le aparcaba el coche. Después, concedió una medalla policial a la Virgen del Amor. Y ahora, acaba de confesar que Benedicto XVI le avisó sobre el independentismo catalán: "El diablo quiere destruir España". Hablamos del ex ministro del Interior Jorge Fernández Díaz, toda una caja de sorpresas en materia de fenómenos sobrenaturales.
El político del Partido Popular se ha hecho viral en las redes sociales durante las últimas horas gracias a un vídeo difundido en YouTube. En lo que según varios medios sería una videollamada grupal realizada durante el cofinamiento por el coronavirus y en la que interviene el también ex diputado, Fernández Díaz explica su encuentro de casi una hora con el Papa emérito el 17 de junio de 2015 -cuando aún ostentaba la cartera de Interior– en los jardines del Vaticano.
Fernández Díaz asegura en esa grabación que pidió al antiguo pontífice que rezara por nuestro país. "Y me referí especialmente a los problemas que había en Cataluña", dice. Ante su ruego, el ex dirigente del PP afirma que Benedicto XVI le advirtió: "El diablo quiere destruir España". A continuación, le dio argumentos históricos. "El demonio sabe los servicios prestados por España a la Iglesia de Cristo, conoce la misión de España, la evangelización de América por España, el papel de España durante la Contrarreforma, la persecución religiosa de los años 30… El diablo ataca más a los mejores y por eso ataca especialmente a España y la quiere destruir", se despachó el Papa según el que fuera miembro del Gobierno de Mariano Rajoy.
Pero, al parecer, el antecesor de Francisco también le dio un "mensaje de esperanza". Vaticinó que Satanás "no conseguirá" su propósito, aunque para ello los españoles debemos cultivar "la humildad, la oración, el sufrimiento y la devoción a la Santísima Virgen". Aunque nació en Valladolid, Jorge Fernández Díaz, simpatizante del Opus Dei, se considera "un barcelonés españolista".