Irene Montero y Pablo Iglesias siguen generando controversia por la protección que la Guardia Civil está teniendo en su chalet de Galapagar. Los escraches frente al domicilio del vicepresidente del Gobierno y la ministra de igualdad se volvieron algo habitual y Marlaska envió varios coches de la Guardia Civil para proteger el chalet de los políticos. Ahora, las calle de su casa se ha precintado y los vecinos no pueden acceder a la vía.
Las quejas de la Guardia Civil ante el abuso de seguridad en casa de Iglesias
Dicha protección no ha sido bien vista ni siquiera por la propia Guardia Civil, quienes han mostrado sus quejas. Ha sido una asociación de Guardias Civiles la que ha denunciado públicamente que se trata de un abuso la excesiva protección del chalet de Pablo Iglesias e Irene Montero. La queja de la asociación ha ido más allá, pues denuncian que se utilice a los agentes como “escudo para el bienestar de un político” y reclama a Interior que justifique el incremento del dispositivo.
El portavoz de la asociación asegura además que el hecho de que exista mayor conflictividad no quiere decir que se ponga en peligro a nadie, recordando además que entre las medidas que han tomado, han cortado la calle del chalet y se pregunta: “¿A cuántos ciudadanos se les corta su calle por problemas de seguridad?”. Por otro lado, ha confirmado el malestar de los agentes que se encuentran velando por la seguridad de la familia Iglesias Montero a las puertas del chalet, porque parece que se están posicionando políticamente.
Señala que ni Pablo Iglesias ni Irene Montero han presentado denuncias
El portavoz de la asociación de Guardias Civiles confirma además que no pueden ejercer un abuso de posición Iglesias y Montero, quienes además no han presentado en ningún momento denuncias por amenazas o acoso que justifiquen dicho dispositivo de seguridad.
Pero las quejas no quedan aquí, pues asociación ya ha denunciado con anterioridad "la precariedad" en la que tienen que prestar el servicio los agentes que se encargan de la "vigilancia de forma continua de la vivienda", lo que llevó a la propia UGC, añade, "a la instalación de un aseo portátil" para su uso. "Colocamos nosotros mismos el aseo, porque no había ni un espacio a cubierto para guarecerse del sol y el frío"