La Plataforma Los Hombres y Los Animales en su Sitio ve con gran satisfacción el trabajo realizado por la asociación Circos Reunidos "para contribuir eficazmente y de forma totalmente desinteresada en la lucha contra la pandemia del covid-19". Es por ello que ha solicitado que el Ministerio de Cultura del Gobierno de España reconozca el mérito de esta entidad.
Entre los méritos de Circos Reunidos están el haber puesto a disposición de la red sanitaria, a través del Gobierno, de todas sus carpas (que suponen miles de metros cuadrados) para que se usaran como hospitales de campaña y albergues; el haber puesto a trabajar a sus empleados (más de 500 personas) para fabricar mascarillas y protectores faciales; o el haber repartido 70 mascarillas para adultos a hospitales, ayuntamientos, residencias y servicios de Protección Civil de toda España, así como 2 pantallas de protección y 8 guantes, además de repartir 30 kits para menores, compuestos por un gel hidroalcoholico, una par de guantes y una mascarilla de niño.
El presidente de la Plataforma Los Hombres y Los Animales en su Sitio, Miguel Cid, ha puesto de manifiesto "la solidaridad y el buen hacer de la gran familia circense", razón por la que solicitarán una distinción para la asociación de Circos Reunidos.
La plataforma
La plataforma Los Hombres y Los Animales en su Sitio es una entidad sin ánimo de lucro que nació en 2017 a raíz de la intensa corriente animalista que amenaza hoy en día con prohibir cualquier tipo de actividad con animales que no sea la de tener una mascota.
La plataforma, de corte humanista, trata de proteger los toros, la caza, la ganadería, la cetrería, los circos, los zoológicos e incluso las carreras de caballo frente a las continuas amenazas a las que se enfrenta. Uno de sus objetivos es “velar por la garantía de nuestros derechos culturales y la protección de las tradiciones que merecen ser consideradas Patrimonio Cultural Inmaterial, tal como los definen las convenciones de la Unesco”. Se basa en la aplicación estricta de las convenciones de la Unesco de 2003 y 2005, así como el Tratado Europeo de 2010, que protegen la libertad y la diversidad de las prácticas con animales “mientras estén conformes con los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos”. Su lema es "frente al animalismo, humanismo".